La Evacuación de Extranjeros en Líbano: Una Carrera Contra el Tiempo
La situación en Líbano se ha convertido en un desafío monumental para los extranjeros que residen en el país. Con la guerra desatada, escapar de Beirut se ha transformado en una misión arriesgada y compleja. Los vuelos comerciales han cesado, dejando a Middle East Airlines como la única opción disponible, aunque su capacidad es limitada. El trayecto hacia el aeropuerto Rafic Hariri implica atravesar áreas peligrosas, incluyendo barrios controlados por Hezbollah que son constantemente bombardeados.
Nuevas Rutas de Escape
A pesar del caos, algunos países han intentado facilitar la evacuación de sus ciudadanos. Francia ha desplegado un barco militar hacia Chipre con helicópteros y hospitales a bordo para preparar una posible evacuación marítima masiva que aún no se ha concretado oficialmente. Sin embargo, ante la lentitud burocrática y las dificultades logísticas, los propietarios de yates libaneses han encontrado una alternativa ingeniosa: escapar por mar.
Karl Debs, capitán y propietario de Goldeneye Superyachts, está liderando esta iniciativa al evacuar a personas mediante su flota privada. «Diariamente zarpan alrededor de siete yates desde Dbaye con aproximadamente 12 pasajeros cada uno», explicó Debs sobre las operaciones actuales que tienen como destino Ayia Napa en Chipre.
Los pasajeros deben presentar pasaporte válido y documentación necesaria para ingresar a Chipre; sin embargo, muchos prefieren esta opción más cómoda comparada con los ferris disponibles.
Urgente Llamado a la Evacuación
El primer ministro británico Keir Starmer ha instado a sus compatriotas a abandonar Líbano sin demora. «Estamos preparados para actuar si es necesario», afirmó Starmer mientras enfatizaba la importancia de salir lo antes posible debido al deterioro continuo del entorno seguro.
El brigadier Paul Maynard también confirmó que el aeropuerto sigue operativo pero advirtió sobre posibles cierres futuros si las condiciones empeoran significativamente. «Nuestro objetivo es mantener abiertas las rutas civiles hasta donde sea posible», añadió Maynard.
Mientras tanto, muchos ciudadanos británicos enfrentan una situación caótica debido a la falta de información clara sobre las opciones disponibles para salir del país. Philip compartió su experiencia ayudando a su madre: “A pesar del vuelo fletado programado finalmente lograron salir; sin embargo, nuestra comunicación con el gobierno fue prácticamente nula”.
Preparativos Ante lo Inminente
Con solo unos pocos vuelos disponibles —el primero partiendo hacia Birmingham— muchos están preocupados por no poder conseguir un asiento debido al alto número de solicitantes. John Healey, secretario británico de Defensa, aseguró que están listos para enviar tropas si fuera necesario rescatar ciudadanos atrapados tras un eventual ataque al aeropuerto.
Rita El Kassis tenía asegurada su plaza en un vuelo hacia Heathrow pero temía no poder llegar al aeropuerto debido al riesgo asociado con cruzar zonas conflictivas controladas por Hezbollah.
La situación sigue siendo crítica mientras los extranjeros buscan desesperadamente formas seguras para abandonar Beirut antes que sea demasiado tarde.
La Tensión en Beirut: Historias de Evacuación y Resistencia
A las 2 de la mañana, un hombre de 28 años se despertó en Londres para mantener una conversación telefónica con su pareja mientras ella emprendía un viaje en taxi hacia el aeropuerto. Este trayecto, que dura aproximadamente una hora, estaba marcado por la angustia tras una semana de incertidumbre sobre si el aeropuerto sería destruido antes de su partida.
Caos en el Aeropuerto
La autopista que conecta Beirut con su aeropuerto está rodeada por áreas controladas por Hezbollah. Durante el trayecto, los estruendos de explosiones resonaban cerca del taxi. «La escuché gritar el nombre de una santa libanesa mientras el taxista intentaba tranquilizarla asegurando que las detonaciones no estaban tan cerca», recordó él.
En ese momento crítico, se vivieron escenas caóticas dentro del aeropuerto cuando las bombas cayeron a pocos metros. Los pasajeros corrían para abordar los últimos vuelos disponibles para evacuar la zona.
La Dificultad para Abandonar Líbano
El primer vuelo organizado por el gobierno británico partió hacia Birmingham haciendo escala en Bucarest, fletado por Dan Air. Otro vuelo está programado para salir este jueves; sin embargo, miles de británicos aún permanecen atrapados en Líbano sin poder asegurar un pasaje.
Dan Harper vive con su esposa e hijas en Beirut y había expresado previamente su temor a quedarse atrás después del llamado del gobierno británico a evacuar. «Estábamos frustrados porque no había opciones comerciales disponibles», comentó Harper sobre la situación crítica que enfrentan él y otros ciudadanos británicos. Aunque se ha ofrecido un vuelo chárter hoy mismo, él y su familia aún carecen de reservas seguras.
Consciente del peligro inminente debido al sonido constante de los bombardeos, Harper decidió abandonar Beirut temporalmente buscando refugio con sus seres queridos en las montañas cercanas.
El Éxodo Francés
Mientras tanto, la embajada francesa logró reservar 200 asientos para facilitar la salida urgente de ciudadanos vulnerables desde Líbano. A pesar del riesgo evidente debido a los intensos bombardeos israelíes, algunos franceses todavía dudan sobre dejar atrás lo conocido.
Este jueves 3 de octubre al amanecer, alrededor de cincuenta franceses abordaron un vuelo operado por Middle East Airlines reservado previamente por la embajada francesa y aterrizaron finalmente en París. Muchos compartieron sus sentimientos tras esta apresurada evacuación; Émilie expresó: “Me entristece mucho dejar Líbano bajo estas circunstancias”.
Valérie también recordó cómo los recientes ataques han hecho insostenible cualquier rutina diaria: “Los bombardeos ocurren durante toda la noche y son audibles desde todos los rincones”, relató angustiada.
¿Quedarse o Marcharse?
En medio del conflicto creciente entre Israel y Hezbollah, la comunidad francófona se encuentra dividida entre quienes desean permanecer o huir ante esta crisis humanitaria cada vez más intensa. Michèle es una franco-libanesa que reside en uno de los suburbios más afectados; desde su balcón observa cómo continúan cayendo bombas cerca: “No quiero ser desalojada por esta violencia; prefiero quedarme como forma de resistencia”, afirmó decidida mientras escuchaba las explosiones cercanas.
El sur devastado por bombardeos presenta alquileres más accesibles comparados con otras zonas costosas como Beirut central; esto atrae a muchas familias libanesas trabajadoras que han decidido hacer allí sus vidas pese al riesgo constante.
Muchos libaneses habían encontrado refugio temporalmente fuera durante conflictos anteriores pero ahora enfrentan nuevamente decisiones difíciles sobre regresar o huir otra vez ante este nuevo estallido bélico.
Repatriación de Ciudadanos Franceses: Un Esfuerzo Humanitario
La embajada de Francia ha tomado medidas decisivas para ayudar a sus ciudadanos más vulnerables en el extranjero. En un esfuerzo por repatriar a aquellos que se encuentran en situaciones críticas, se han reservado 200 plazas específicamente para personas frágiles, ancianos y enfermos que requieren atención médica urgente. Este programa también incluye a mujeres embarazadas y niños pequeños, quienes son especialmente susceptibles a las adversidades.
La Voz de los Afectados
Géraldine, una portavoz del consulado, destacó la importancia de esta iniciativa al afirmar: «No todos tienen la posibilidad de regresar por sí mismos». Su declaración resalta la necesidad imperiosa de apoyo para aquellos que no pueden gestionar su repatriación debido a su estado físico o emocional.
Un Llamado a la Solidaridad
Este esfuerzo humanitario no solo refleja el compromiso del gobierno francés con sus ciudadanos en el exterior, sino que también pone de manifiesto la creciente preocupación por las condiciones difíciles que enfrentan muchas personas en situaciones vulnerables. La repatriación es un paso crucial hacia garantizar su bienestar y seguridad.
Con estas acciones concretas, Francia reafirma su responsabilidad hacia sus ciudadanos más necesitados y demuestra cómo los gobiernos pueden actuar ante crisis humanitarias.