Liberación de Migrantes Venezolanos: Un Regreso a Casa Tras el Horror en El Salvador
La Reunión emocionante de una Familia
Carlos Uzcátegui se fundió en un abrazo con su esposa e hijastra, quienes lloraban desconsoladamente, mientras la bruma matutina del oeste de Venezuela comenzaba a disiparse. Este emotivo encuentro marcó el fin de más de un año de sufrimiento para él, quien había estado encarcelado en una prisión salvadoreña.
Uzcátegui fue uno de los migrantes que logró reunirse con sus seres queridos tras pasar cuatro meses en una megacárcel destinada a pandilleros en El Salvador. Su traslado formó parte de una estrategia del gobierno estadounidense para controlar la inmigración.
«Cada día le pedíamos a Dios que nos liberara para poder estar juntos nuevamente»,compartió Uzcátegui,quien tiene 33 años. «Despertaba cada mañana viendo las rejas y deseando no estar allí».
Testimonios Impactantes sobre Abusos
El relato del sufrimiento no termina ahí.Uzcátegui reveló que sufrió maltratos físicos durante su detención: «Nos golpeaban y pateaban; tengo varios moretones en el abdomen», comentó mientras mostraba las marcas visibles.
los migrantes fueron liberados como parte de un intercambio entre Estados unidos y Venezuela, lo cual ha generado controversia. En abril, se llevó a cabo una manifestación frente a la embajada salvadoreña en Caracas exigiendo la liberación de los venezolanos deportados desde EE.UU.
El presidente Nicolás Maduro ha denunciado que muchos inmigrantes sufrieron torturas físicas y psicológicas durante su tiempo encarcelado.En medios estatales se han transmitido videos donde algunos hombres describen abusos severos, incluyendo golpizas brutales y heridas por balines.
Andy Perozo es otro venezolano liberado que compartió su experiencia aterradora con RFI: «Cuando llegamos al Cecot nos dijeron: ‘Bienvenidos al infierno; aquí nadie sale’. Nos recibieron con golpes». Esta prisión fue construida por el presidente Nayib Bukele para albergar pandilleros peligrosos.
Perozo también relató cómo les cortaron el cabello y les pusieron uniformes carcelarios antes de ser esposados nuevamente. «La gente se desmayaba; veías sangre porque los golpeaban»,añadió sobre las condiciones inhumanas vividas dentro del centro penitenciario.
Contexto Político y Acusaciones Sin Fundamento
Los 252 hombres deportados llegaron a El Salvador tras un acuerdo entre el gobierno estadounidense bajo Donald Trump, quien pagó 6 millones de dólares por su reclusión. Se les acusó erróneamente por pertenecer al Tren de Aragua, una violenta pandilla originaria venezolana; sin embargo, estas acusaciones carecen del respaldo necesario según varios testimonios recientes.
El ministro del Interior venezolano afirmó que solo siete deportados tenían casos pendientes en Venezuela e indicó que todos serían sometidos a pruebas médicas antes de regresar a sus hogares.
Arturo Suárez es otro caso notable; sus canciones comenzaron a ganar popularidad después de ser enviado al país centroamericano. Al llegar finalmente a Caracas expresó: “Es un infierno”. Sus palabras reflejan la angustia vivida junto con otros inocentes atrapados injustamente durante este proceso doloroso.
Las denuncias sobre abusos han llevado al fiscal general Tarek William Saab abrir investigaciones contra Nayib Bukele basándose en estos testimonios desgarradores. Hasta ahora, la oficina presidencial salvadoreña no ha respondido ante estas acusaciones graves ni ofrecido comentarios adicionales sobre este asunto delicado.
Este intercambio humanitario entre Estados Unidos y Venezuela resalta las complejidades políticas actuales así como los desafíos enfrentados por aquellos atrapados entre dos naciones cuyas relaciones son tensas e inciertas.