Inundaciones en el Este de España: Un Llamado a la Preparación ante el Cambio Climático
Las recientes inundaciones en el este de España han marcado un hito trágico, convirtiéndose en uno de los desastres más mortales que ha enfrentado el país en tiempos recientes. Expertos advierten que estos eventos extremos son solo un indicativo de lo que podría convertirse en una tendencia creciente debido al calentamiento global.
La Relación entre Calentamiento Global y Tormentas Extremas
El aumento de las temperaturas provoca que la atmósfera contenga más humedad, lo cual incrementa la probabilidad de lluvias torrenciales. Cada gramo adicional de dióxido de carbono emitido por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, contribuye a esta situación.
En Chiva, una localidad situada al oeste de Valencia, se registraron 50 centímetros de lluvia en tan solo ocho horas durante el martes pasado; una cantidad equivalente a lo que normalmente se recibe anualmente. Andreas Prein, profesor especializado en modelado climático y meteorológico en ETH Zurich, enfatiza: «Las lluvias extremas están aumentando tanto su frecuencia como su intensidad». Además, subraya la dificultad para modernizar infraestructuras envejecidas ante esta creciente amenaza.
Causas Meteorológicas Detrás del Desastre
La reciente catástrofe fue provocada por una depresión aislada —una zona con baja presión atmosférica— que se separó del flujo principal del jet stream. Este fenómeno meteorológico es común cada otoño pero ha cobrado mayor relevancia debido al cambio climático. Cuando estas depresiones se forman cerca del golfo de Cádiz, generan vientos cálidos y húmedos desde el Mediterráneo hacia las costas orientales españolas.
A diferencia del comportamiento habitual donde los sistemas climáticos son desplazados rápidamente por la corriente en chorro, estas depresiones pueden permanecer estáticas durante días sobre las mismas áreas afectadas por intensas lluvias.
Rosana Nieto Ferreira, profesora experta en ciencias atmosféricas en Carolina del Este (EE.UU.), señala cómo las aguas cálidas del Mediterráneo han exacerbado los totales pluviométricos recientes. Las temperaturas inusualmente altas alcanzadas este verano han facilitado una mayor evaporación y consecuentemente más humedad disponible para alimentar estos aguaceros devastadores.
Implicaciones Futuras y Necesidad Urgente
Los fenómenos climáticos extremos no solo afectan a España; también tienen repercusiones significativas para otras regiones vulnerables como partes del oeste estadounidense y las Grandes Llanuras. En un estudio realizado por Nieto Ferreira hace dos años se proyectó un aumento considerablemente significativo en las precipitaciones derivadas de zonas bajas si continúan elevándose los niveles globales térmicos.
Investigadores británicos también han llegado a conclusiones similares respecto a patrones climáticos cambiantes tanto para España como para Francia meridional. Ben Clarke, investigador asociado especializado en cambio climático desde Imperial College London afirma: «Estamos alterando drásticamente nuestras probabilidades frente al clima extremo».
Además hay estudios emergentes sobre cómo el calentamiento acelerado del Ártico podría estar debilitando o desplazando corrientes atmosféricas clave como el jet stream; aunque aún no hay consenso claro sobre sus efectos específicos sobre tormentas o olas calurosas futuras.
Nieto Ferreira comparte su experiencia personal viajando frecuentemente al este español donde tiene familia: “Cuando llueve intensamente sobre pequeñas localidades montañosas es casi inevitable enfrentar desastres”. La falta adecuada infraestructura para manejar grandes volúmenes hídricos significa que “el agua simplemente no tiene adónde ir”, concluye con preocupación.
En regiones donde también se experimentan sequías prolongadas e intensificadas debido al cambio climático globalizado —como es evidente— toda esta agua adicional podría ser vista como algo positivo… siempre y cuando exista infraestructura capaz para captarla adecuadamente; sin embargo actualmente “esa agua va principalmente directo hacia el océano”, lamenta Nieto Ferreira.
Concluyendo así con un llamado urgente hacia políticas efectivas e inversiones necesarias para mitigar futuros desastres relacionados con inundaciones antes mencionados.