Tragedia en nueva York: La familia Escobar Camprubí pierde la vida en un accidente de helicóptero
un viaje familiar que terminó en tragedia
Agustín Escobar Cañadas y Mercè Camprubí Montal, una pareja española, junto a sus tres hijos, fallecieron trágicamente cuando el helicóptero en el que paseaban sobre la Estatua de la Libertad se precipitó al río Hudson. Esta familia, originaria de Barcelona y muy querida en su comunidad, había viajado a Nueva York para celebrar el cumpleaños de uno de sus pequeños.
La noticia ha dejado a la burguesía catalana sumida en un profundo dolor. Mercè, con 39 años y descendiente de una prominente familia vinculada al Fútbol Club Barcelona —donde su abuelo y bisabuelo ocuparon cargos presidenciales— era conocida por su trayectoria profesional. Agustín también era un destacado ingeniero industrial que ocupaba un alto cargo dentro de Siemens.
Trayectorias profesionales destacadas
Ambos eran ingenieros industriales con carreras brillantes; Agustín se desempeñaba como CEO de Siemens Mobility para infraestructuras ferroviarias mientras que Mercè lideraba la comercialización global para Siemens Energía. La pareja había residido previamente en Nueva York entre 2011 y 2013 debido a compromisos laborales.El fatídico día del accidente comenzó con entusiasmo: llegaron a Manhattan por la mañana y decidieron realizar un recorrido aéreo sobre los emblemáticos puntos turísticos. El costo total del vuelo fue aproximadamente 500 dólares para los cinco miembros familiares. Sin embargo, lo que prometía ser una experiencia memorable se tornó oscuro cuando el helicóptero perdió parte crucial durante el vuelo.
Detalles del accidente
El helicóptero N216 MH, valorado en cerca de un millón de dólares y operado por New York Helicopters, transportaba seis personas: la familia española junto al piloto joven. A tan solo dieciséis minutos después del despegue desde el muelle 6 —donde fueron capturados sonrientes por las cámaras— ocurrió lo inesperado; tras recorrer apenas seis kilómetros, el aparato sufrió una falla catastrófica que resultó fatal.
Las condiciones climáticas eran frías para ser primavera neoyorquina; las temperaturas rondaban los cinco grados centígrados cuando ocurrió el incidente. Cuatro miembros perdieron la vida instantáneamente mientras dos sobrevivientes no lograron resistir las heridas tras ser rescatados del agua.
Carlos Prieto, delegado del gobierno catalán, anunció este viernes que ya están organizando los trámites necesarios para repatriar los cuerpos hacia España.
Un legado inolvidable
Agustín Escobar nació en Puertollano (Castilla-La Mancha) donde fue reconocido como «hijo predilecto». Su carrera académica incluye estudios realizados en instituciones prestigiosas como la Universidad Pontificia Comillas e IESE business School donde finalizó recientemente un posgrado enfocado hacia liderazgo empresarial sostenible.
mercè también contaba con más de catorce años dedicados al sector energético; su perfil profesional destaca su enfoque consultivo orientado hacia soluciones innovadoras adaptadas a las necesidades específicas del cliente. Antes de regresar definitivamente a españa desde Bogotá hace unos años atrás trabajó intensamente promoviendo iniciativas sostenibles dentro del ámbito energético global.
Reacciones ante esta tragedia nacional
La conmoción ha sido palpable no solo entre amigos cercanos sino también entre figuras políticas y empresariales españolas quienes han expresado sus condolencias públicamente. Pedro Sánchez lamentó profundamente lo sucedido mediante redes sociales afirmando: “Las noticias son devastadoras”. Emiliano García-Page también compartió su pesar recordando cómo Agustín había sido honrado recientemente como hijo predilecto regional debido a sus logros significativos tanto personales como profesionales.
Los niños estaban emocionados ante este viaje especial justo antes del receso escolar por Semana Santa; asistían al colegio jesuita Sant Ignasi ubicado estratégicamente en Sarriá —un barrio emblemático barcelonés— donde ahora se preparan para enfrentar esta dura realidad junto con sus compañeros tras regresar a clases después estas vacaciones trágicas.
Esta historia es más que una simple noticia; es un recordatorio desgarrador sobre cómo momentos felices pueden transformarse abruptamente dejando huellas imborrables tanto emocionalmente como socialmente dentro nuestras comunidades.