La Reforma Constitucional en Santa Fe: Un Cambio Hacia la Laicidad
El fin de la Confesionalidad del Estado
La provincia de Santa Fe está a punto de experimentar un cambio significativo en su marco constitucional, ya que el catolicismo dejará de ser considerado la religión oficial. Con el apoyo explícito de la Iglesia católica, se está llevando a cabo una reforma que eliminará el carácter confesional del Estado santafesino. A pesar del deseo manifestado por las autoridades eclesiásticas, esta modificación no reconocerá la influencia religiosa y cultural que ha tenido el catolicismo en la historia provincial, estableciendo así un principio de igualdad entre todas las creencias.
Este avance se refleja en el dictamen mayoritario emitido por los bloques Unidos (que incluye a Juntos por el Cambio y al Frente Cívico y Social) y Frente de la Esperanza, un grupo menor aliado al gobernador Maximiliano Pullaro. Se anticipa su aprobación con base en afirmaciones como: “La provincia no establece religión oficial; asegura una clara distinción entre lo civil y lo religioso”. Este enfoque subraya que las relaciones entre el Estado y las iglesias deben regirse por principios como autonomía, igualdad, no discriminación, cooperación y neutralidad.
Contexto Histórico: De 1962 a Hoy
El artículo tres de la Constitución vigente desde 1962 estipulaba que “la religión de la provincia es la católica, apostólica y romana”, garantizando su protección sin menoscabo a la libertad religiosa. Sin embargo, esta disposición ha sido considerada obsoleta incluso por parte de representantes eclesiásticos.
La ley aprobada recientemente para iniciar este proceso reformista fue votada en diciembre pasado con un objetivo claro: “eliminar -señala- cualquier forma de confesionalidad estatal” reafirmando así una separación efectiva entre los ámbitos civil y religioso mientras se reconoce también su colaboración mutua.
Aunque no se mencionó explícitamente durante los debates sobre esta reforma —donde se solicitó incluir una defensa más robusta sobre derechos vitales— algunos líderes religiosos expresaron su deseo implícito para que se reconociera el legado católico presente en Santa Fe.
Diversas Perspectivas Sobre El Catolicismo
las reacciones ante esta nueva redacción han sido variadas. Por ejemplo, desde PRO se destacó “la contribución histórica” del catolicismo a formar parte integral del tejido cultural santafesino; mientras tanto, otros sectores políticos como el partido socialista abogaron simplemente por establecer que “El Estado es laico”.
El bloque liderado por Marcelo Lewandowski también reconoció «la importancia histórica» del catolicismo al igual que Amalia Granata; sin embargo, otros grupos como La Libertad Avanza hicieron mención directa al tema sin profundizar demasiado. En contraste con estas posturas más conciliadoras están aquellos partidos como radicalismo o UNO —dirigido por Walter Ghione— quienes optaron por no hacer referencia alguna al asunto.
Desde instituciones académicas como el Instituto de Derecho Eclesiástico (UCA), surgió una propuesta donde se enfatiza: «La provincia garantiza a todas las iglesias religiosas ejercer libremente sus cultos». Esta idea fue respaldada también por CALIR (Consejo Argentino para la Libertad Religiosa), compuesto por figuras destacadas provenientes de diversas tradiciones religiosas pero sin representación oficial específica.
su propuesta coincidía notablemente con lo planteado anteriormente: «Santa Fe reconoce y garantiza a todas las comunidades religiosas su derecho al ejercicio público libre».
Implicaciones Legales Y Sociales
Mariano Bär, reconocido constitucionalista argentino expresó opiniones favorables respecto a este cambio hacia un estado más inclusivo donde todos los credos puedan colaborar activamente con instituciones estatales. No obstante advirtió que aunque este ajuste normativo es positivo para fomentar interacciones constructivas entre diferentes creencias religiosas y entidades gubernamentales podría no generar cambios drásticos inmediatos dentro del funcionamiento cotidiano del gobierno provincial.
Bär explicó además cómo Santa Fe adopta una postura activa hacia secularización permitiendo símbolos religiosos visibles dentro espacios públicos —una diferencia clave frente modelos negativos donde tales representaciones están prohibidas— promoviendo así un entorno pluralista donde conviven diversas creencias bajo principios democráticos fundamentales.