El Gobierno Argentino Avanza en la Prohibición de Colorantes Sintéticos en Alimentos
Una Medida para Proteger la Salud Pública
el Gobierno de Argentina está tomando medidas decisivas para eliminar ciertos colorantes sintéticos derivados del petróleo que se utilizan en golosinas y otros alimentos ultraprocesados. Según estudios científicos, estos aditivos pueden tener efectos perjudiciales tanto en la salud física como mental de los consumidores. Esta iniciativa busca contrarrestar una práctica común en la industria alimentaria que utiliza estos colorantes para hacer sus productos más atractivos.
El ministro de Salud, Mario Lugones, confirmó esta propuesta y destacó que su cartera está trabajando junto a la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para identificar cuáles son los primeros colorantes a prohibir. la decisión dependerá también del uso compartido con el Mercosur.
Iniciativas Internacionales: El Ejemplo de EE.UU.
Un plan similar ya se está implementando en Estados unidos por parte de la Food and Drug Management (FDA). Según un informe al que tuvo acceso Clarín, este país comenzará un proceso gradual para prohibir varios colorantes sintéticos. Los primeros en ser eliminados serán el Rojo Cítrico N°2 y el Naranja B; posteriormente seguirán otros como FD&C Verde N°3, FD&C Rojo N°40 y varios más.
Es importante señalar que nadie imagina un mundo sin golosinas vibrantes; por ello, las nuevas regulaciones incluirán plazos adecuados para permitir a la industria adaptarse. Además, se están considerando cuatro alternativas naturales: fosfato cálcico, extracto de galdieria sulphuraria (una microalga), gardenia azul y extracto de Clitoria ternatea.
De los ocho aditivos planeados para su eliminación en EE.UU., seis están incluidos actualmente dentro del Código Alimentario Argentino.Se prevé iniciar consultas con representantes del sector alimentario local para evaluar el impacto actual de estos aditivos.
Colaboración Internacional
Durante su participación reciente en la cumbre AmCham Summit —un evento donde se reúnen empresas estadounidenses operando en Argentina— Lugones subrayó su alineación con Robert Kennedy Jr., secretario de Salud estadounidense. En esta reunión reveló detalles sobre las intenciones oficiales respecto a los colorantes sintéticos.
En una videoconferencia previa entre ambos funcionarios, discutieron temas relevantes sobre salud pública que afectan tanto a Argentina como a Estados Unidos. Lugones enfatizó ante empresarios locales su compromiso con esta medida innovadora inspirada por las acciones emprendidas por la FDA.
El ministro argumentó sobre un ciclo vicioso generado por la industria alimentaria: «La obesidad provocada requiere medicamentos», dijo Lugones con tono preventivo. Afirmó que es necesario revertir esta situación: «La industria farmacéutica ha prolongado nuestra vida pero nos ha convertido en enfermos crónicos».
Este enfoque busca optimizar recursos dentro del sistema sanitario argentino —que enfrenta desafíos significativos— al reducir enfermedades mediante cambios dietéticos fundamentales entre los ciudadanos argentinos.
Evidencia Científica Sobre Colorantes Sintéticos
Recientemente se publicó un artículo relevante en JAMA titulado “Por qué y cómo la FDA quiere acabar con el uso de colorantes alimentarios sintéticos”. Este trabajo destaca cómo desde hace décadas hay evidencia consistente acerca del impacto negativo que tienen estos tintes artificiales sobre el comportamiento infantil.
Mark Miller fue encargado por legisladores californianos para investigar los efectos neuroconductuales asociados al consumo de estos aditivos artificiales; sus hallazgos fueron compilados en un extenso informe frecuentemente citado dentro del ámbito científico relacionado con salud ambiental.
Los colorantes sintéticos son comunes no solo en golosinas sino también presentes en bebidas intensamente coloreadas (rojas o amarillas), postres como gelatinas o yogures e incluso algunos lácteos y mermeladas.
Miller concluyó junto a sus coautores que existe una relación clara entre el consumo excesivo de estas sustancias químicas y comportamientos adversos observables principalmente entre niños expuestos durante estudios controlados.
Joel Nigg, profesor asociado especializadoen psiquiatría mencionó recientemente cómo “los datos sugieren” riesgos comunitarios similares a aquellos presentados por contaminación ambiental debido al uso generalizado e indiscriminado de dichos tintes artificiales; aunque reconoció también su contribución leve al Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH).
En Argentina destaca jorge Dotto —médico formado internacionalmente— quien ha expresado preocupaciones serias respecto al impacto negativo causado por esos aditivos químicos presentes hoy día: “Provocan irritabilidad e inestabilidad emocional”, afirmó Dotto refiriéndose especialmente hacia niños expuestos regularmente.
Con estas iniciativas regulatorias emergentes tanto localmente como internacionalmente queda claro que hay una creciente preocupación acerca no solo de lo consumido sino también del bienestar general derivado directamente desde nuestras elecciones alimentarias cotidianas.