Un Beso que Marcó la Televisión Argentina: Jorge Donn y el Polaco Goyeneche
Un Hito en la Historia de la Televisión
El 27 de julio de 1985, un momento inolvidable se grabó en la memoria colectiva de los argentinos. En el programa «Cordialmente», conducido por Juan Carlos Mareco, se produjo un encuentro inesperado entre el célebre bailarín Jorge Donn y el icónico cantante de tango Roberto «Polaco» Goyeneche. Este beso, que sorprendió a todos los presentes, no solo fue un acto espontáneo sino también una manifestación temprana de libertad y expresión en una época donde tales gestos eran raros.
«Cordialmente» era un espacio televisivo con tintes conservadores, pero ese día rompió moldes. Mareco, con su estilo elegante y su porte español, no pudo evitar expresar su asombro ante lo sucedido: “Buoh”.Este instante se convirtió en un símbolo cultural comparable a otros momentos memorables de la televisión argentina.
Contexto Cultural del Momento
En 1985, Argentina vivía una transformación social significativa. El cuerpo femenino era utilizado como herramienta publicitaria para vender desde revistas hasta electrodomésticos; sin embargo, este episodio con Donn y Goyeneche comenzó a desafiar las normas establecidas sobre género y sexualidad. La televisión empezaba a abrirse hacia nuevas formas de expresión artística.
Jorge Donn había alcanzado gran popularidad gracias a su participación en «Los unos y los otros», una película dirigida por Claude Lelouch que le valió reconocimiento internacional tras ser premiada en Cannes. Su estilo único combinaba elementos del ballet clásico con influencias contemporáneas.
El Encuentro Inesperado
Durante esa memorable emisión del programa «Cordialmente», Mareco invitó al Polaco Goyeneche a acercarse al piano donde estaba Mario Marzán —un músico fundamental en la historia televisiva argentina— para interpretar “Naranjo en flor”. A pesar de sus diferencias generacionales e artísticas —Goyeneche tenía 59 años mientras que Donn era más joven— ambos artistas compartieron un momento genuino lleno de complicidad.
Mientras Goyeneche cantaba desde su sillón con una campera deportiva que acentuaba sus años dorados como intérprete del tango argentino, Jorge Donn lo escuchaba atentamente mientras fumaba elegantemente frente a las cámaras. En medio del canto emotivo del Polaco surgió uno de esos instantes mágicos: las manos entrelazadas durante el verso “¿Qué le habrán hecho mis manos?”. Esta conexión visual fue capturada por las cámaras creando una atmósfera cargada tanto emocional como simbólicamente.
Reflexiones sobre Aquella Época
Mario Marzán recuerda vívidamente aquel día histórico: “Todo sucedió tan naturalmente; nadie esperaba algo así”, comenta sobre cómo Goyeneche inicialmente prefirió quedarse sentado mientras interpretaba junto al piano. La sorpresa fue palpable cuando vio cómo Donn tomaba su mano durante la interpretación.
Años después, Marzán reflexiona sobre ese beso icónico: “No sé si eso permitió alcanzar mayor sensibilidad musical o simplemente fue parte del espectáculo”. Sin embargo, es innegable que ambos artistas dejaron huella no solo por sus talentos individuales sino también por este gesto audaz que desdibujó fronteras culturales tradicionales.
Legado Duradero
El Día Internacional del Bailarín se celebra cada 28 de febrero para honrar el nacimiento de Jorge Donn quien falleció prematuramente debido al sida en 1992. Por otro lado, Roberto Goyeneche dejó atrás medio siglo dedicado al tango antes de fallecer en agosto de 1994 tras haber ganado notoriedad desde sus inicios musicales locales hasta convertirse en uno ícono nacional indiscutible.
Este beso entre dos figuras emblemáticas sigue resonando hoy como símbolo no solo dentro del ámbito artístico sino también dentro del contexto social argentino contemporáneo; recordándonos cómo pequeños actos pueden tener repercusiones significativas e inspiradoras para futuras generaciones.