Incidentes en Avellaneda: la angustia de los hinchas chilenos tras el partido
Una mañana marcada por la incertidumbre
La mañana del jueves en Avellaneda transcurre con la rutina habitual, pero el ambiente está cargado de tensión.El tráfico se intensifica en un circuito que conecta las comisarías Primera, Tercera y Cuarta del distrito, así como los hospitales cercanos al estadio de Independiente. En este escenario, un grupo de chilenos busca desesperadamente noticias sobre sus familiares y amigos que no regresaron del partido.Estos hinchas asistieron al encuentro entre la Universidad de Chile y el club argentino por la Copa Sudamericana, pero muchos quedaron detenidos o internados tras una noche llena de violencia. Sus seres queridos han cruzado la cordillera con la esperanza de obtener información sobre su paradero.
Testimonios desgarradores
Hugo es uno de los padres que aguarda ansiosamente frente al hospital Fiorito. Su rostro refleja preocupación, aunque también muestra un atisbo de calma mientras espera noticias sobre su hijo. Desde que vio las imágenes caóticas del partido por televisión, no ha tenido contacto con él.»Viajó con sus amigos a disfrutar del fútbol; son estudiantes universitarios y no tienen nada que ver con barras bravas»,explica Hugo durante una improvisada conferencia ante los medios. «Las autoridades deben actuar rápidamente para liberar a quienes están detenidos injustamente».
En otro punto cercano, Mario B., quien prefiere mantener su identidad oculta por miedo a represalias, comparte su experiencia aterradora en el estadio Juan Domingo Perón en Sarandí. Su relato contrasta drásticamente con lo informado oficialmente por las autoridades policiales: «Cuando llegamos había una reja abierta sin presencia policial; nos hicieron salir por ahí y comenzó el caos», narra Mario visiblemente afectado.
La brutalidad desatada
Mario continúa describiendo cómo fueron atacados: «Nos lanzaron objetos contundentes mientras intentábamos protegernos». Asegura que tanto ellos como otros hinchas se vieron atrapados entre los ataques violentos provenientes tanto de barras bravas como de fuerzas policiales.Mientras tanto, dos chilenos permanecen retenidos en comisarías locales buscando recuperar sus documentos para poder regresar a casa.ellos relatan haber sido trasladados sin justificación clara desde diferentes seccionales hasta llegar a una ubicación desconocida donde les quitaron sus identificaciones bajo amenazas.
No solo hubo heridos; también se reportan actos humillantes perpetrados contra algunos hinchas chilenos durante estos incidentes violentos. Michael Clark, presidente del club Universidad de Chile, visitó a los heridos en el hospital Fiorito para expresar solidaridad ante esta situación alarmante.
Uno de los afectados es Diego, un joven epiléptico cuya salud está comprometida debido a lesiones sufridas durante estos eventos caóticos: «Me preocupa más mi medicación que las heridas físicas», confiesa angustiado tras ser agredido y despojado incluso de su ropa.
La búsqueda continua
A medida que avanza el día sin respuestas claras para muchos familiares angustiados —algunos incluso reportan desaparecidos— funcionarios consulares chilenos han comenzado a recorrer hospitales y comisarías para asegurar derechos humanos básicos e instar a acelerar liberaciones injustificadas.
Mario B., quien sigue esperando noticias sobre su primo detenido junto con otros jóvenes inocentes involucrados erróneamente en esta situación violenta concluye: “Solo quiero saber si están bien”.
Mientras tanto,aquellos afortunados que logran regresar a Santiago comparten relatos desgarradores sobre lo vivido durante esas horas críticas; experiencias compartidas entre todos aquellos apasionados seguidores del fútbol sudamericano reflejan una profunda preocupación colectiva ante tales episodios trágicos e inaceptables dentro del deporte.