Recuerdos de un Ícono del Rock Argentino: Prix D’Ami
La Historia de Prix D’Ami y su Legado Musical
En el mundo del rock argentino, hay lugares que han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva. Uno de esos espacios es Prix D’Ami, un emblemático bar que se convirtió en el epicentro de la música en vivo durante las décadas de los 80 y 90. Desde su apertura hasta su cierre, este local fue testigo de innumerables presentaciones memorables y encuentros entre artistas.
Un Recuerdo Inolvidable: Iggy Pop en Prix D’Ami
El 1988 marcó un hito cuando Iggy Pop se presentó en el Estadio Obras con su álbum Instinct. Con una energía desbordante, el artista sorprendió a todos al bajar sus pantalones y rasgarse la piel con una púa mientras lanzaba gritos provocativos al público. Fernando Samalea,reconocido baterista argentino,recuerda ese momento como parte de una noche mágica que continuó más tarde en Prix D’Ami. “Iggy se acomodó junto a su novia en la barra mientras Gabi Carámbula y Pedro Aznar ocupaban el escenario”, relata Samalea sobre esa velada inolvidable.
¿Cuántos Prix D’Ami Hubo?
La historia del local está marcada por confusiones sobre sus distintas ubicaciones. En redes sociales ha surgido un debate sobre cuántas versiones existieron realmente. juanchi Baleirón, miembro de Los Pericos, aclara: “El primer Prix estaba ubicado cerca de Arcos y Monroe; luego vino otro cerca de Ciudad de la Paz”. Este último fue donde realmente comenzó a florecer la leyenda del lugar.
Durante los años 80 y principios del 90, ir a «Prix» era casi un ritual para los amantes del rock. Su nombre resonaba constantemente en revistas especializadas e incluso entre las conversaciones cotidianas entre jóvenes entusiastas.
La Fiesta por los Ocho Años
En 1993, cuando cumplió ocho años desde su apertura original, El Chulo y El Gallego organizaron una celebración épica con Iggy Pop como invitado especial para presentar American Caesar. Esta fiesta incluyó jam sessions con bandas icónicas como Ratones Paranoicos y babasónicos. Samalea recuerda cómo esa noche estuvo llena no solo música sino también camaradería entre músicos legendarios.
La Evolución del Local
A lo largo del tiempo, Prix D’Ami tuvo varias sedes antes de cerrar definitivamente sus puertas como bar musical. Daniel Morano fue uno de los pioneros detrás del éxito inicial; él mismo describe cómo el primer local era pequeño pero acogedor: “No cabían más de cien personas”. Sin embargo, eso no impidió que grandes bandas como Los Redonditos tocaran allí ante multitudes inesperadas.
Con cada nueva ubicación —desde Arcos hasta Ciudad de la Paz— el ambiente seguía siendo vibrante e innovador; Morano menciona cómo lograron atraer a artistas internacionales gracias a acuerdos estratégicos con medios locales como Rock & Pop.
Un Espacio Cultural Único
El segundo local abrió sus puertas bajo nuevas condiciones pero mantuvo viva esa chispa creativa que caracterizaba al original. en esta etapa final (en Monroe), se incorporaron mejoras significativas incluyendo un escenario móvil para albergar shows más grandes e impactantes.
Fito Páez incluso mencionó a Prix D’Ami en sus letras; esto demuestra cuán profundamente arraigado estaba este lugar dentro del tejido cultural argentino durante esos años dorados.
El Cierre Definitivo
Lamentablemente, lo que alguna vez fue un bullicioso centro cultural terminó transformándose gradualmente debido al cambio social y económico hacia otros usos comerciales menos relacionados con la música —hoy es conocido por ser supermercado chino— simbolizando así una época dorada perdida para muchos fanáticos.
La historia detrás dеl nombre «Prix D’Ami» también tiene anécdotas curiosas relacionadas con Amsterdam donde originalmente existía un coffe-shop homónimo; sin embargo aquí adquirió vida propia convirtiéndose вn símbolo dеl rock nacional.
Hoy recordamos aquel espacio lleno dе energía creativa donde generaciones enteras vivieron momentos únicos junto а íconos musicales argentinos и extranjeros —un legado invaluable quе perdura а través dе las memorias compartidas por quienes tuvieron lа suerte dе disfrutarlo.
