Tras un fin de semana marcado por la cancelación y modificación de varias fiestas electrónicas en Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo ha tomado una decisión que ha generado controversia: prohibir estos eventos. Según sus declaraciones, estas fiestas son lugares donde se facilita el consumo de drogas.
«Las fiestas electrónicas benefician a unos pocos mientras perjudican a muchos», afirmó Jaldo durante un acto en el Ingenio La Florida. «En estos eventos, solo dos o tres personas obtienen ganancias económicas, pero ponen en riesgo la vida de numerosos jóvenes», añadió.
El gobernador enfatizó que las drogas se venden principalmente en estas reuniones y recordó incidentes trágicos ocurridos tanto a nivel nacional como local. «Por eso, no permitiremos más estas fiestas hasta que no haya garantías absolutas sobre la salud y seguridad de los asistentes», declaró.
A su vez, responsabilizó a los organizadores por cualquier incidente relacionado con sus eventos: “Deben asumir las consecuencias legales si ocurre algún problema”, sentenció. Además, aclaró que solo reconsiderará su postura cuando existan condiciones seguras para llevarlos a cabo.
Tensión entre autoridades y organizadores
El pasado viernes, una fiesta electrónica fue suspendida por la Policía y Defensa Civil debido a la falta de permisos adecuados. El evento había sido reubicado previamente debido al rechazo inicial del lugar original. El grupo organizador “Proyecto Aborigen” expresó su frustración ante esta situación inesperada mediante un comunicado oficial.
A través de redes sociales, manifestaron sentirse perseguidos: “Nos tratan como delincuentes cuando simplemente estamos trabajando”, comentó uno de los afectados durante el operativo policial registrado en video.
Video del operativo policial
Un video muestra cómo se llevó a cabo el operativo para cancelar uno de los eventos electrónicos programados.
Mientras tanto, otra fiesta organizada por una productora diferente tuvo que trasladarse desde San Miguel hacia Termas de Río Hondo debido al mismo tipo de restricciones impuestas por las autoridades locales. En respuesta al creciente descontento social reflejado online —donde usuarios denunciaron discriminación hacia este género musical— algunos señalaron: »No deberían discriminar basándose únicamente en preferencias musicales».