Patricia Suárez: La Escritora que Transforma la Palabra en Arte
En un contexto donde el valor de la palabra parece desvanecerse, Patricia Suárez se erige como una figura destacada en el ámbito teatral argentino.Con un impresionante registro de 218 obras en Argentores, su pasión por la escritura es inquebrantable.»No puedo imaginar mi vida sin escribir», afirma con fervor, transmitiendo su entusiasmo por las historias que crea. «Me encanta estar en pijama escribiendo», añade, una imagen que refleja su dedicación y amor por el arte.
Obras Actuales y temáticas Profundas
En la actualidad, Suárez tiene tres obras en cartelera. Una de ellas es Korsakof, presentada en el teatro el Extranjero; esta pieza es una adaptación de Amor de memoria. La obra aborda la psicosis de Korsakof, un trastorno mental vinculado al alcoholismo que provoca desorientación y pérdida de memoria reciente. En esta narrativa, Adán sale a comprar comida como lo hace habitualmente mientras su esposa Ángeles lo espera ansiosamente. Sin embargo, él se pierde repetidamente hasta que conoce a Amelia, dando lugar a una historia sobre tres soledades entrelazadas por negaciones y olvidos.
«Escribí esta obra hace tiempo y Pablo razuk vuelve a dirigirla por segunda vez», explica Suárez. «Quería experimentar con el humor utilizando este padecimiento mental como telón de fondo».
Otra producción notable es Lyra, dirigida por Roberto Lachivita en el teatro Border. Esta obra plantea una intrigante pregunta: ¿qué pasaría si Rey Lear fuera mujer? «Cuando vi la representación me emocioné profundamente; lloré al ver cómo Romina Pinto encarna a Lear femenino», comparte patricia sobre su creación escrita en 2022.
La trama explora las complejidades del vínculo entre madres e hijas: “Si una madre está demasiado enfocada en su carrera profesional, sus hijas suelen tener reproches”, reflexiona Suárez sobre los desafíos contemporáneos enfrentados por las mujeres.
Un Legado Teatral Prolífico
Patricia no solo ha dejado huella con sus obras actuales; también está trabajando junto a su esposo Claudio Aprile para estrenar La vergüenza,inspirada en carl Vaernet —un médico nazi que llegó a Argentina tras experimentar con prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial— cuya clínica intentaba “curar” la homosexualidad.
Además, recientemente presentó Días y noches tan lejos de moscú (una versión libre de la gaviota), dirigida por Julia Blanco y Jorgelina Herrero Pons; ahora están programando giras provinciales tras haber estado exhibida hasta hace poco.
Un Viaje Personal hacia las Palabras
Originaria de Rosario e hija de madre judía —aunque ella misma no se considera creyente— Patricia estudió Psicología durante cuatro años antes de descubrir su verdadera vocación tras un momento revelador durante una clase universitaria donde sintió que las palabras podían escapar sin ser capturadas adecuadamente.
“Siempre había sido lectora apasionada e imaginaba escribir historias basadas en mis pacientes”,recuerda. Sin embargo, fue gracias al dramaturgo Mauricio Kartun cuando encontró realmente su camino hacia el teatro después del estreno exitoso de Las polacas (2002), abordando temas críticos como la trata femenina.
Desde entonces ha cosechado numerosos premios literarios —incluido el Premio clarín novela— consolidándose como autora prolífica cuyo objetivo es alcanzar los 300 títulos registrados antes del final de sus días creativos.
Reflexiones sobre Actuación y Proceso Creativo
A pesar del éxito obtenido como escritora teatral, Patricia opta por no participar activamente durante los ensayos para dejarse sorprender durante los estrenos. También disfruta actuar ocasionalmente; debutó recientemente interpretando a Tita Merello y participó nuevamente actuando junto a Marisa Costas interpretando Celeste Albaret para otra producción teatral.
Su formación psicológica sigue influyendo fuertemente tanto dentro como fuera del escenario: “Freud continúa siendo mi religión”, confiesa mientras planea publicar nuevas novelas cortas este año centradas alrededor del psicoanálisis.
Aunque prefiere trabajar desde casa rodeada del silencio creativo necesario para escribir —escuchando podcasts o simplemente reflexionando— también participa activamente realizando talleres o charlas literarias alrededor del país.
“buenos Aires ofrece oportunidades únicas para expresarse artísticamente”, concluye Suárez enfatizando cómo cada rincón cultural permite explorar ideas innovadoras sin restricciones significativas comparado con otros lugares donde los costos pueden limitar producciones teatrales valiosas.
Con más proyectos futuros ya delineados —incluyendo un monólogo disparatado destinado para Marcelo De Bellis— queda claro que Patricia Suárez seguirá dejando huella indeleble dentro del panorama cultural argentino mientras persigue incansablemente ese récord personal hacia las 300 obras registradas antes mencionadas.