Crisis Política en el Congreso: El Gobierno y la Oposición en Tensión
La Estrategia del Gobierno ante la Oposición
El Ejecutivo nacional ya tenía conocimiento de cómo se desarrollaría la sesión en el Congreso, lo que llevó a Javier Milei a acusar abiertamente a todos los gobernadores de intentar “destruir al gobierno”. Esta declaración se produjo el miércoles, justo cuando un grupo de ex miembros de Juntos por el cambio (JxC) decidió no respaldar las propuestas para aumentar las jubilaciones y establecer una moratoria, tal como había anticipado Clarín.
Durante un evento en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde estuvo acompañado por su gabinete completo, Milei afirmó: “Vamos a vetar. Y si llegara a darse la situación —que no creo— de que el veto sea anulado, lo judicializaremos”. Con estas palabras, dejó claro cuál sería la postura del Gobierno ante los próximos desafíos legislativos.
A pesar del impacto fiscal estimado por algunos analistas en más del 2% del PIB —aunque otros lo sitúan alrededor del 0.8%— Milei minimizó esta preocupación. “Si eventualmente la Justicia actuara con rapidez sobre asuntos que suelen tardar años en resolverse, incluso así el daño sería mínimo; solo una mancha temporal”, argumentó. Reiteró su compromiso con una política fiscal orientada al superávit permanente.
Plazos y Desafíos Legislativos
El Ejecutivo tiene un plazo limitado de ocho días para promulgar o vetar las leyes aprobadas. Queda pendiente saber si también tomará medidas respecto a la ley sobre emergencia en discapacidad, que fue aprobada por unanimidad tras un emotivo discurso de Luis Juez.
Milei criticó duramente a Victoria Villarruel por permitir que se llevara a cabo esta sesión extraordinaria y acusó a varios gobernadores de traición al haber decidido ausentarse o abstenerse durante las votaciones cruciales. en particular, Mendoza, Chaco y Entre Ríos enviaron instrucciones para que sus legisladores no participaran; mientras tanto Chubut optó por abstenerse completamente.
Desde casa Rosada se preparaban para enfrentar un día complicado debido al temor generalizado entre los funcionarios sobre los intentos finales de los gobernadores por acceder al presupuesto estatal antes del cambio inminente en el Congreso. Por ello, Milei hizo hincapié en cómo podría cambiar esa dinámica legislativa desde su intervención pública.
Para mantener cohesión dentro del equipo gubernamental y reforzar su mensaje estratégico frente a estos desafíos políticos inminentes, Milei convocó una reunión con todo su gabinete. Durante este encuentro reiteraron su intención firme: vetarán cualquier norma que comprometa el equilibrio fiscal e intentarán minimizar cualquier efecto adverso derivado de las acciones opositoras.
La Respuesta Opositora
al confirmarse quórum suficiente para sesionar en el Senado, algunos miembros cercanos al Presidente denunciaron lo ocurrido como «un golpe institucional», alineándose con declaraciones previas realizadas por Milei mismo. Patricia Bullrich expresó sus preocupaciones mediante redes sociales afirmando: “Hoy el kirchnerismo planea un golpe institucional”.
Conforme avanzaba la jornada política y tras recibir críticas adicionales hacia Villarruel desde Casa Rosada —quien había intensificado tensiones internas viajando sin previo aviso— se ajustaron nuevamente sus argumentos comunicacionales respecto a esta sesión considerada ilegal según ellos mismos.
El jefe de Gabinete subrayó durante entrevistas mediáticas que si alguna ley es sancionada ilegítimamente será objeto inmediato de veto judicializado: “No reconoceremos esta sesión como válida”, sentenció enfáticamente mientras recorría diversos medios informativos locales.
En medio del clima tenso generado entre oficialismo y oposición también surgieron voces dentro del bloque libertario liderado por ezequiel Atauche quien apoyaba firmemente estas posturas críticas hacia las decisiones tomadas recientemente dentro del Senado argentino.
mientras tanto Daniel Parisini sugirió medidas extremas pidiendo «sacar tanques» ante situaciones adversas políticas; reflejando así cuán polarizada está actualmente la situación política argentina frente al aumento propuesto para jubilaciones cuando muchos ciudadanos aún enfrentan dificultades económicas significativas con haberes mínimos apenas alcanzando $309 mil pesos argentinos mensuales desde julio pasado.A medida que transcurría ese día crítico para ambos lados políticos involucrados quedó claro también cómo persisten tensiones internas dentro mismo Gabinete presidencial donde ciertos actores buscan desafiar liderazgos establecidos generando incertidumbre adicional sobre futuras alianzas estratégicas necesarias frente desafíos venideros relacionados directamente con gobernabilidad efectiva nacionalmente hablando.