Protestas en EE. UU.: Ciudadanos se movilizan contra el gobierno de Trump
Manifestaciones a nivel nacional
El pasado sábado,opositores al gobierno del presidente Donald Trump se congregaron en diversas ciudades de Estados unidos,desde grandes metrópolis hasta comunidades más pequeñas,para expresar su rechazo a lo que consideran amenazas a los principios democráticos del país. Las manifestaciones abarcaron una amplia gama de actividades, incluyendo marchas por el centro de Manhattan y protestas frente a la Casa Blanca. En Massachusetts, un evento conmemorativo marcó el 250 aniversario del inicio de la Guerra Revolucionaria Americana.
En San Francisco, los manifestantes formaron un impresionante cartel humano en las playas de Ocean Beach que proclamaba «Impeach & Remove» («Juicio político y destitución»), mirando hacia el vasto océano Pacífico.
Un llamado a la resistencia
Entre los participantes se encontraba Thomas Bassford, un albañil jubilado de 80 años originario de Maine. Durante una recreación histórica fuera de Boston sobre las Batallas de Lexington y Concord —que dieron inicio a la guerra por la independencia— Bassford expresó su preocupación por lo que considera un ataque del gobierno estadounidense contra sus ciudadanos. «Este es un momento muy peligroso para nuestra libertad», afirmó mientras estaba acompañado por su familia. «Quería que mis nietos aprendieran sobre los orígenes de este país y cómo debemos luchar por nuestra libertad».
Las protestas también incluyeron acciones dirigidas contra Elon Musk, asesor multimillonario del presidente Trump y figura clave en la reducción del tamaño del gobierno federal. Algunos grupos optaron por organizar eventos comunitarios como colectas alimentarias y talleres educativos.
Contexto actual: derechos civiles bajo amenaza
Estas manifestaciones llegan dos semanas después de otras protestas similares que vieron miles salir a las calles en todo el país para denunciar lo que consideran violaciones sistemáticas a los derechos civiles bajo la administración Trump. Los organizadores han señalado preocupaciones específicas como deportaciones masivas e intentos deliberados para desmantelar agencias gubernamentales mediante despidos masivos.
Inspirados en el espíritu revolucionario estadounidense, muchos asistentes clamaban “no más reyes” mientras abogaban por resistir cualquier forma percibida como tiranía.
George Bryant, residente bostoniano presente en Concord durante las protestas, manifestó su inquietud ante lo que considera una creación inminente de un “estado policial” bajo Trump: «Está desafiando al sistema judicial; está secuestrando estudiantes; está debilitando nuestros controles democráticos», declaró sosteniendo un cartel con el mensaje: «¡El régimen fascista debe irse ahora!».
Preocupación generalizada entre ciudadanos
En Washington D.C., Bob Fasick asistió a una protesta cerca de la Casa Blanca motivado por sus temores sobre amenazas directas al debido proceso constitucional así como recortes significativos en programas sociales esenciales como Seguridad social. Fasick comentó: “No puedo quedarme quieto sabiendo que si no hacemos algo ahora estamos dejando un mundo inaceptable para nuestros hijos”.
Mientras tanto, cientos se reunieron frente al capitolio estatal en Columbia (Carolina del Sur), portando carteles con mensajes contundentes como “Lucha Ferozmente” o “Salva SSA”, refiriéndose directamente a preocupaciones sobre recortes presupuestarios relacionados con servicios sociales vitales.
En Manhattan también hubo marchas enfocadas específicamente contra las deportaciones continuadas bajo esta administración; los participantes coreaban consignas pacíficas pero firmes mientras avanzaban hacia Central Park pasando junto al emblemático edificio conocido como Torre Trump.
Marshall Green fue uno entre ellos quien expresó su alarma ante declaraciones recientes donde Trump invocó leyes históricas relacionadas con conflictos bélicos para justificar acciones controvertidas respecto inmigrantes venezolanos: “El Congreso debería intervenir”,argumentó Green añadiendo que todos merecen derecho al debido proceso sin importar circunstancias personales o políticas.
Por otro lado, Melinda Charles desde Connecticut destacó preocupaciones acerca del poder ejecutivo creciente bajo esta administración afirmando: “Se supone que debemos tener tres ramas iguales; ver cómo esta rama ejecutiva toma tanto control es simplemente increíble”.
Las voces disidentes continúan resonando fuertemente mientras ciudadanos estadounidenses buscan reafirmar sus derechos fundamentales ante desafíos contemporáneos significativos.