La Desilusión de la sub 20 Argentina en la Final del Mundial
la tristeza se apodera de los jóvenes futbolistas argentinos tras una final que prometía ser histórica. Con el anhelo de conquistar su séptima estrella en el Mundial Sub 20, la Selección Argentina dirigida por Diego Placente se encontró con un adversario formidable: Marruecos. En menos de media hora, los africanos sentenciaron el partido con un contundente 2-0, dejando a los pibes con lágrimas y frustración. Sin embargo, a pesar del dolor por la derrota, estos jóvenes pueden sentirse orgullosos al haber llegado a esta instancia después de 18 años sin alcanzar una final.
Un Comienzo Abrumador para Marruecos
Desde el primer minuto, Marruecos mostró su velocidad y potencia en el campo.El equipo marroquí abrió el marcador rápidamente gracias a un tiro libre ejecutado por Yassir Zabiri que sorprendió al arquero argentino Santino Barbi. A pesar de las dudas iniciales sobre si hubo falta dentro del área previa al tiro libre —revisada por el entrenador marroquí— Zabiri no dudó y colocó la pelota en la red.
Aprovechando la confusión entre los jugadores argentinos, Marruecos continuó presionando. Aunque Maher Carrizo tuvo una oportunidad clara desde otro tiro libre que pasó cerca del arco rival,Argentina no logró establecerse en el juego y fue desbordada constantemente por las rápidas transiciones del equipo dirigido por Mohamed Ouahbi.El segundo gol llegó como resultado directo de esa presión constante: Othmane Maamma realizó una carrera impresionante por la banda derecha antes de enviar un centro preciso al segundo palo donde nuevamente apareció Zabiri para marcar su segundo tanto personal.
Reacción Tardía pero Prometedora
Con dos goles abajo antes de llegar a los treinta minutos, Argentina enfrentaba un panorama complicado; sin embargo, aún quedaba tiempo para intentar revertirlo.Placente decidió hacer cambios estratégicos antes del descanso e introdujo a Mateo silvetti sustituyendo a Valentino acuña para ajustar su formación defensiva.Este cambio permitió que Argentina recuperara algo del control sobre el juego y comenzara a crear oportunidades más claras. A pesar de algunos intentos fallidos —como uno muy cercano realizado por Gianluca Prestianni— quedó claro que necesitaban cambiar su enfoque hacia jugadas más elaboradas en lugar de depender únicamente de centros altos.
En este sentido, silvetti tuvo otra oportunidad clara tras recibir un pase filtrado magistralmente desde Milton Delgado; sin embargo, su disparo se fue desviado cuando parecía inminente marcar.
Un Segundo Tiempo Lleno de Intensidad
Al comenzar la segunda mitad, Placente realizó más ajustes tácticos introduciendo nuevos jugadores como Santiago Fernández y Tobías Andrada para intensificar aún más sus esfuerzos ofensivos mientras buscaban acortar distancias en el marcador. Desde ese momento quedó claro que Argentina estaba decidida a atacar con todo lo disponible mientras Marruecos esperaba pacientemente aprovechar cualquier contragolpe.
A medida que avanzaba el tiempo y las oportunidades seguían sin concretarse para los albicelestes —incluso ian Subiabre tuvo una ocasión prometedora pero falló— comenzó también a notarse cierta ansiedad entre los jugadores argentinos quienes recibieron varias tarjetas amarillas debido al nerviosismo acumulado durante esos momentos críticos.
Marruecos supo mantener su compostura ante esta presión creciente; evitando errores cruciales mientras gestionaban eficazmente cada minuto restante hasta llegar al pitido final.
Aunque esta vez no fue posible alcanzar la gloria deseada ni sumar otra estrella dorada al escudo argentino, es importante reconocer que bajo circunstancias difíciles estos jóvenes futbolistas han demostrado tener potencial suficiente como base sólida para futuras competiciones internacionales donde seguramente volverán con renovados bríos e ilusiones renovadas.
