El Regreso Triunfal de Los Piojos: Un Hito Musical en River Plate
Desde aquel memorable 30 de mayo de 2009, cuando Los Piojos se despidieron con un emotivo recital en el estadio de River, sus seguidores han anhelado una reunión. Este deseo se materializó a principios de septiembre del año pasado, cuando la banda anunció a través de sus redes sociales: «¡Hay reencuentro! Se viene un nuevo ritual Piojoso. Después de 15 años nos volvemos a encontrar».
Un recorrido por su Regreso
Este fin de semana marca el cierre triunfal del regreso del grupo tras seis meses llenos de presentaciones masivas que siempre parecían ser «la última» hasta que surgía un nuevo anuncio. Los Piojos culminan su retorno con dos fechas en river Plate, sumándose a una extensa lista que incluye siete shows en el estadio Único de La Plata y participaciones destacadas en festivales como cosquín Rock y Quilmes Rock, así como presentaciones en Rosario, Mendoza y Córdoba.
Con más de 800 mil asistentes durante este período, Los Piojos se consolidan como la banda más convocante del país, superando incluso las giras monumentales lideradas por artistas contemporáneos como Duki y María Becerra o los históricos conciertos realizados por Soda Stereo e Indio Solari.
Una Despedida Emotiva
El primer gran adiós no es solo simbólico; al igual que el icónico Adiós Sui Géneris en 1975 —que consistió realmente en dos recitales— esta despedida también tiene lugar durante dos noches. A las 21:15 del sábado comenzó el primer «último concierto», donde Ciro Martínez junto a sus compañeros Piti Fernández, Juan Manuel Avalos y otros músicos ofrecieron una actuación inolvidable. El cierre definitivo está programado para la noche del domingo.
Una característica notable durante estos shows ha sido la flexibilidad en las listas musicales; cada presentación ha incluido sorpresas para mantener fresco el entusiasmo entre los fans recurrentes.
La Magia Escénica
El espectáculo comenzó puntualmente a las 21:45 con un video introductorio lleno de simbolismo visual que resonó con los fanáticos desde La Plata. Con más de 50 banderas ondeando entre la multitud entusiasta, abrieron su setlist con temas emblemáticos como «Llevátelo», «Te diría» y «Desde lejos», haciendo vibrar al estadio ante unas 50 mil personas presentes.
Ciro saludó al público agradeciendo su presencia antes dar paso a una interpretación conmovedora del tema “Difícil”, resaltando la frase significativa “Se necesita siempre una ilusión”. En un giro inesperado incluyeron “San Jauretche”, tema no interpretado anteriormente durante esta gira.
La conexión emocional continuó cuando los hijos de algunos miembros subieron al escenario para interpretar “Pistolas”, creando momentos memorables para todos los presentes. Además, Ciro estableció puentes entre generaciones musicales al invitar a músicos asociados con bandas posteriores como Los Persas y La Franela.
Un Final Apoteósico
La segunda parte del show trajo consigo interpretaciones emotivas como “Sudestada” e incluso versiones orquestadas acompañadas por cuerdas dirigidas por Pollo Raffo —el mismo arreglista original— lo cual elevó aún más la experiencia musical colectiva.Los momentos culminantes incluyeron clásicos indiscutibles donde todo el público participaba activamente cantando junto a ellos mientras sonaban temas icónicos como “Yira Yira” y “Ay ay ay”. Al final hubo espacio para sorpresas adicionales incluyendo estrenos musicales inéditos (como «Paciencia») además del nostálgico momento dedicado a recordar tiempos pasados con canciones entrañables.
Ciro cerró preguntando cómo lo estaban pasando antes ofrecer uno último tema bajo un tono cómplice: fue entonces cuando sonaron acordes inconfundibles seguidos por otros hits populares que mantuvieron viva la energía hasta bien entrada la noche.
Los Piojos han demostrado no solo su capacidad para atraer multitudes sino también su relevancia continua dentro del panorama musical argentino actual. Su regreso ha sido celebrado tanto por ellos mismos como por miles quienes atesorarán estos recuerdos únicos mientras esperan ansiosos futuras reuniones prometidas sin esperar otros quince años nuevamente.
Conclusión
El regreso triunfal fue mucho más que simples conciertos; fue una celebración colectiva donde cada nota resonaba profundamente entre generaciones enteras marcadas por sus letras e historias compartidas.