La Silla Vacía: Un Tributo a la Memoria y la Justicia en la AMIA
Una Experiencia Teatral Conmovedora
La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ha dado a conocer la segunda temporada de «La silla vacía», una impactante obra teatral que busca honrar la memoria de las víctimas del atentado terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994. Bajo la dirección y dramaturgia de Sol Levinton, con una voz en off a cargo del reconocido actor Ricardo Darín, esta producción cuenta con la participación emotiva de cuatro familiares directos de las víctimas.
Al ingresar al moderno auditorio ubicado en Pasteur 633, donde tuvo lugar el trágico suceso, los visitantes son recibidos por grandes fotografías que retratan a sobrevivientes junto con información sobre sus historias actuales.Este montaje visual sirve como un poderoso recordatorio del impacto humano detrás del atentado.
Recordando un Crimen Impune
El ataque perpetrado contra AMIA se considera el más devastador en la historia argentina, dejando un saldo trágico de 85 muertos y cerca de 300 heridos. A lo largo de tres décadas, este caso ha estado marcado por irregularidades judiciales que han convertido su investigación en un laberinto sin salida. No solo fue un ataque dirigido contra la comunidad judía; fue un asalto frontal contra todos los argentinos y nuestra democracia.
A pesar del tiempo transcurrido desde aquel fatídico día, aún no se ha logrado arrestar a ningún responsable directo. Sin embargo, este año se dio un paso significativo al decidir juzgar a diez acusados —siete iraníes y tres libaneses— gracias a una nueva legislación aprobada en febrero que permite llevar adelante juicios incluso si los imputados no comparecen ante el tribunal.
Testimonios Que Resuenan
«La silla vacía» es más que una obra; es una plataforma para recordar y buscar justicia. Los relatos presentados provienen directamente de Hugo Basiglio, Jennifer Dubín, Adrián Furman y Alejandra Terranova —familiares cercanos de las víctimas— quienes comparten sus experiencias personales marcadas por el dolor pero también por momentos llenos amor hacia aquellos que perdieron.Guiados inicialmente por Darín como narrador omnipresente, estos «no actores» relatan sus vivencias íntimas con valentía.A través del escenario expresan su rabia e impotencia mientras celebran los recuerdos entrañables compartidos con sus seres queridos caídos. En medio del sufrimiento surge también un mensaje esperanzador: incluso ante tanta injusticia hay espacio para renacer emocionalmente.
Adrián furman narra cómo sobrevivió al atentado pero perdió tanto a su hermano como amigos cercanos; mientras tanto Alejandra Dubín y Jennifer Terranova evocan memorias sobre sus padres involucrados en AMIA junto con Hugo Basiglio quien comparte anécdotas familiares conmovedoras.
El Significado Profundo De La Silla vacía
En teatro cada imagen puede convertirse en símbolo poderoso; así ocurre con «la silla vacía». Esta representación escénica simboliza no solo ausencia sino también el dolor colectivo experimentado tras pérdidas irreparables. En eventos como el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto este gesto cobra especial relevancia al rendir homenaje a quienes ya no están entre nosotros.
La silla vacía nos recuerda cómo cualquier persona puede ser víctima inesperada del destino cruel: hoy está desocupada debido al sufrimiento ajeno; mañana podría estarlo debido al nuestro propio o al ajeno nuevamente presente entre nosotros durante esa función teatral tan significativa.
El cierre emotivo llega cuando todos los protagonistas entonan juntos “Como La Cigarra”, canción emblemática escrita por María Elena Walsh cuya letra resuena profundamente: “A la hora del naufragio y la oscuridad alguien te rescatará para ir cantando”.
Ficha Técnica
- Título: La Silla Vacía
- Calificación: Muy buena
- dramaturgia y Dirección: Sol Levinton
- Elenco: Hugo Basiglio, Jennifer Dubín, Adrián Furman y Alejandra Terranova
- Voz en Off: Ricardo Darín
- Música: Eduardo Blacher
- Sala: Auditorio AMIA – Pasteur 633
Esta obra representa mucho más que arte; es una llamada urgente hacia recordar lo sucedido e insistir incansablemente sobre justicia para aquellos cuyas vidas fueron truncadas prematuramente.