La Marraqueta: Un Símbolo de la Crisis Económica en Bolivia
El Pan que Acompaña a los Bolivianos
En casi cada rincón del centro de La Paz, se pueden encontrar puestos ambulantes y panaderías que ofrecen una variedad de productos horneados. Entre ellos, el pan es uno de los más consumidos y se vende por unidad en lugar de por kilo. Destacan variedades como la «sarnita» y la «cauca», pero sin duda, el más emblemático es la “marraqueta”, conocido también como “pan de batalla”. Este último ha llegado a simbolizar las dificultades económicas que enfrenta Bolivia.
Desde hace casi dos décadas, el Gobierno ha mantenido un subsidio para la harina y otros insumos esenciales con el fin de conservar el precio del pan marraqueta entre 50 y 60 centavos bolivianos (Bs), lo que equivale aproximadamente a 70 centavos en dólares oficiales o 31 centavos en el mercado paralelo. Mientras tanto, los panaderos reciben levadura a un precio significativamente reducido: solo 23 Bs frente al costo real del mercado que ronda los 230 Bs.
Cambios en las Porciones
Los panaderos han señalado que este subsidio representa apenas un 20% del costo real para producir cada unidad.Aunque originalmente pesaban alrededor de 100 gramos, ahora se han establecido nuevos estándares donde su peso mínimo es de solo 60 gramos; sin embargo, muchas veces llegan a las manos del consumidor con menos peso aún—alrededor de 50 gramos o incluso menos—en los puestos callejeros donde no hay balanzas disponibles.
Para poder mantener este precio congelado, muchos comerciantes han optado por hacer una versión más ligera del “pan de batalla”. Además, dado que otros tipos de panes no cuentan con subsidios similares, sus precios han aumentado considerablemente; esto ha llevado a una escasez notable especialmente durante las horas vespertinas. Aunque anteriormente no bajaba nunca por debajo de los 70 gramos, hoy día esa cifra parece inalcanzable.
“No hay duda sobre su menor tamaño; no nos engañan al mantener el mismo precio”, comenta María mientras espera frente al Mercado Lanza—uno of the largest markets in La Paz.
Contexto Político y Económico
A medida que se acercan las elecciones presidenciales programadas para este domingo —donde ocho candidatos competirán—los sondeos sugieren que dos candidatos liberales podrían avanzar hacia una segunda vuelta electoral. Esto podría significar un cambio significativo tras dos décadas dominadas por gobiernos izquierdistas.En medio esta crisis económica creciente, Jorge Silva —viceministro Defensa del Consumidor—ha dirigido críticas hacia los panaderos locales. Según él: “Temen ante la posibilidad realista de un gobierno conservador que elimine subvenciones y afecte sus negocios.” Silva también mencionó irregularidades encontradas durante controles recientes donde detectaron hasta130 puntos donde se vendía marraquetas inferiores a los estándares establecidos.
El nombre «pan de batalla» proviene históricamente raciones entregadas por el Ejército boliviano durante la Guerra del Chaco en la década de1930; hoy representa mucho más: es reflejo tangible del final potencializado bajo Luis Arce como presidente actual.
Desde su llegada al poder en2006,y gracias al aumento global en precios básicos impulsados principalmente por exportaciones gasíferas bolivianas,se implementaron subsidios alimentarios significativos. Sin embargo,a medidaque disminuyeron estas reservas internacionales,y aumentaron costos asociados,aumentó también presión sobre estos programas económicos hasta representar másdel4%del PIB según informes recientesdel Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desafíos Cotidianos
La inflación acumulada hasta ahora alcanza ya un alarmante16.92%, mientrasqueel dólar oficial permanece anclado alrededorde6.96Bs,yel paralelo asciendea13.47Bs.Las reservas internacionales netas actualmente rondan3 mil148 millones dedólares—años luzde lso15 mil122 millones alcanzadosen2014.Esto impacta directamenteenla vida diaria,de tal maneraque ademásdelpande batalla,hoyse experimentanfaltantes graves detipo combustible,donde filas interminables son comunespara cargar nafta o diésel para camiones.
Los principales candidatos presidenciales Samuel Doria Medina (66)y Jorge“Tuto” Quiroga(65)han manifestado planes clarospara eliminar subsidioscomo parte fundamentalde sus campañas electorales,prometiendo estabilizar asíla economía nacional.A medidaque avanza esta contienda política,también surgen interrogantes sobre cómo afectarán estas decisiones futuras productos básicos esenciales como lapopular marraqueta.