Juicio por Abuso de Autoridad en Córdoba: La Tragedia de Solange Musse
Un Testimonio Doloroso
Este lunes, comenzó el juicio contra dos funcionarios del Centro Operativo de Emergencias (COE) de Córdoba, acusados de abuso de autoridad durante la cuarentena impuesta por la pandemia del Covid-19 en 2020. Los padres de Solange Musse,Pablo y Teresa Oviedo,compartieron su desgarrador testimonio sobre cómo se les impidió despedirse de su hija,quien enfrentaba un cáncer terminal.
Los acusados son el médico Eduardo Andrada, exdirector del COE en Huinca Renancó, y Analía Morales, asistente social que trabajaba para el organismo en Río Cuarto. Ambos fueron llamados a declarar durante este proceso judicial.
Contexto Crítico: Aislamiento Social preventivo y Obligatorio
El incidente que dio origen a esta causa ocurrió el 16 de agosto de 2020, en medio del aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretado por el gobierno argentino bajo la presidencia de Alberto Fernández. En esa fecha crucial para muchos argentinos,Pablo Musse emprendió un viaje desde Plottier,Neuquén hacia Córdoba con la esperanza desesperada de abrazar a su hija Solange una última vez.Al llegar al control policial en Huinca Renancó junto a Paola Oviedo —tía y cuidadora con discapacidad motriz— se les negó la entrada a Córdoba.Este hecho marcó un momento trágico e irreparable para la familia Musse.
Declaraciones Impactantes Durante el Juicio
En las primeras audiencias del juicio, Analía Morales defendió su inocencia alegando que nunca había actuado como autoridad dentro del COE. Sin embargo,fue Pablo quien ofreció un relato conmovedor sobre los obstáculos que enfrentaron al intentar ingresar a Córdoba tras recorrer más de 700 kilómetros.
“No pude ver a mi hija con vida debido a una decisión errónea tomada por un director”, expresó visiblemente afectado mientras miraba fijamente al acusado Eduardo Andrada. “Hubo falta total de humanidad”, añadió con firmeza antes subrayar: “Nunca los voy a perdonar”.
Pablo relató cómo él y Paola fueron obligados a regresar después haber sido escoltados hasta su hogar tras una travesía agotadora. Recordó haber obtenido previamente un permiso para viajar gracias al COE pero fue desestimado cuando llegaron al retén donde le realizaron pruebas PCR cuyos resultados fueron considerados «dudosos».
“Me rodearon cinco patrulleros mientras intentaba ayudarle al baño”, recordó angustiado. Además criticó las fiestas privadas sin control que ocurrían simultáneamente mientras él vivía esta pesadilla familiar.
Llamado Urgente por Justicia
La tía Paola también brindó testimonio sobre lo ocurrido aquella noche fatídica; describió cómo ella misma sufrió miedo ante la presencia policial e hizo hincapié en lo injusto que resultó no poder despedirse adecuadamente: “Quiero justicia por mí y mi familia”.
Finalmente Teresa oviedo cerró las declaraciones familiares expresando su deseo inquebrantable: “solo quiero justicia por mi hija”. Su lucha es emblemática no solo para ellos sino también como símbolo contra decisiones administrativas que pueden tener consecuencias devastadoras para familias enteras.
Este caso resuena profundamente entre quienes han vivido situaciones similares durante tiempos difíciles como los provocados por pandemias o crisis sanitarias globales; es fundamental recordar siempre la importancia del respeto hacia los derechos humanos incluso bajo circunstancias excepcionales.