Joaquín Sabina se Despide de Buenos Aires: Un Amor que Perdura
Un Cierre Emotivo en la Capital Argentina
El pasado viernes 18 de abril, Joaquín Sabina concluyó su extensa estadía en Buenos Aires, una ciudad que considera su hogar y a la que regresa constantemente por el cariño que le profesa. Durante casi un mes, el cantautor español ofreció diez conciertos de despedida en el Movistar Arena, donde congregó a más de 100 mil seguidores.
Desde su primer recital el 24 de marzo, parte de la gira «Hola y Adiós», cada uno de sus shows colgó el cartel de «agotado». Con una asistencia promedio de 10 mil personas por espectáculo, los fans corearon todas sus canciones con fervor.
Una Relación Duradera con Buenos Aires
A lo largo del último mes, Sabina expresó su amor incondicional hacia Buenos Aires y sus habitantes. En cada presentación agradeció al país por todo lo recibido durante su carrera artística y personal. “Mi relación con esta ciudad es muy larga y auténtica. Es mi segunda casa; a veces siento que es la primera”, compartió durante su primer concierto. En su última actuación afirmó: “Buenos Aires me abrió las puertas a América; estos conciertos son una celebración del amor apasionado”.
la conexión del artista con Argentina se remonta a casi cuatro décadas atrás. Su primer recital en la capital tuvo lugar en 1988 en el Teatro Ópera, donde presentó «El hombre del traje gris» ante un público entusiasta que agotó las entradas un día laborable.
Recuerdos Musicales e Historias Compartidas
En 1986, antes de llegar a Argentina, Sabina había alcanzado gran popularidad en España gracias al álbum «Joaquín Sabina y Viceversa», cuyas canciones como «Princesa» resonaron profundamente durante La Movida madrileña. Este tema fue también el cierre emblemático para cada uno de sus diez conciertos recientes.A lo largo de los años ha cultivado amistades entrañables con figuras argentinas como Charly García, Fito Páez y Mercedes Sosa. Estas relaciones llevaron al compositor español a residir temporalmente en Buenos Aires para grabar «Enemigos íntimos» junto a Páez en 1998.
Un momento memorable ocurrió dos años después cuando invitó a Charly García al Luna Park; juntos improvisaron sobre un incidente peculiar donde García saltó desde un noveno piso hacia una piscina sin sufrir daños. Esta anécdota culminó musicalmente con “Me tiré por vos”, convirtiéndose así en parte integral del legado musical porteño.
Tras la muerte del icónico Gustavo Cerati en 2014, Sabina dedicó “A mis cincuenta y diez” al líder de Soda Stereo durante otro concierto memorable; este gesto reflejó no solo amistad sino también pérdida personal tras haber perdido previamente a Mercedes Sosa.
Andrés Calamaro también ha expresado públicamente su gratitud hacia sabina por las oportunidades brindadas; incluso escribió una emotiva carta tras un accidente sufrido por este último mientras actuaba hace tres años: “Somos amigos y nos queremos…Fue el primero en echarme una mano”,destacó Calamaro.
Las historias entre Joaquín Sabina y sus amigos argentinos son innumerables e ilustran cómo esta vibrante ciudad ha influido notablemente sobre sus composiciones musicales. Temas como “con la frente marchita” o “Dieguitos y Mafaldas” son testimonio directo del impacto cultural argentino sobre él.
Aunque Joaquín dijo adiós temporalmente a Buenos Aires esa noche mágica del viernes pasado,todos saben que volverá pronto para seguir alimentando ese vínculo especial que mantiene con esta metrópoli llena de vida e historia musical rica.
Fuente: EFE