Despedida a una leyenda de la Natación Argentina: Enriqueta Duarte
Un Legado Inigualable en el Deporte Nacional
El deporte argentino se encuentra de luto tras el fallecimiento de enriqueta Duarte, quien dejó este mundo a los 96 años. Considerada una pionera en la natación nacional, Duarte fue la primera mujer latinoamericana en cruzar el emblemático Canal de la Mancha. La noticia fue confirmada por el Comité Olímpico Argentino,que rindió homenaje a su trayectoria como atleta olímpica y figura emblemática del deporte.
Nacida en Buenos Aires el 26 de febrero de 1929, Enriqueta mostró desde temprana edad un notable talento para la natación. A los nueve años comenzó su travesía acuática en el club Obras Sanitarias y, solo tres años después, ya se destacaba ganando competencias en estilo pecho. Su participación más significativa llegó durante los Juegos Olímpicos celebrados en Londres en 1948, donde compitió tanto en los 100 como en los 400 metros libres y formó parte del equipo argentino que participó en la posta 4×100 metros. Este fue un tiempo donde pocas mujeres lograban alcanzar niveles tan altos dentro del ámbito deportivo.
Una Hazaña Histórica
El momento más memorable de su carrera tuvo lugar el 16 de agosto de 1951 cuando logró cruzar el Canal de la Mancha con un tiempo impresionante: 13 horas y 26 minutos. No solo hizo historia al convertirse en la primera mujer latinoamericana que completó esta hazaña monumental; además ocupó el tercer lugar general entre todos los competidores ese día. Este logro no solo marcó un hito personal para ella sino que también abrió puertas para futuras generaciones femeninas interesadas en deportes extremos.
La comunidad deportiva lamenta profundamente su partida; así lo expresó el Comité Olímpico Argentino mediante un mensaje conmovedor publicado a través de sus redes sociales: «acompañamos a su familia, amigos y seres queridos durante este doloroso momento».
Más Allá del Agua
La carrera deportiva de Duarte no concluyó con esa hazaña histórica. En 1963 nadó una distancia extraordinaria: ¡18 kilómetros!—en las frías aguas del lago Nahuel Huapi sin traje neopreno; originalmente iba a ser una prueba corta (10 kilómetros), pero debido a un error durante la salida se extendió casi al doble. También realizó cruces notables por otros cuerpos acuáticos como los lagos Lácar y Espejo así como ríos importantes como Orinoco y Caroní incluso después haber superado los sesenta años.Su pasión por nadar perduró hasta bien entrados los años dos mil cuando continuaba compitiendo como nadadora máster obteniendo títulos tanto nacionales como internacionales.
Además del deporte, Enriqueta Duarte tuvo una vida rica e interesante fuera del agua; trabajó como maestra e involucrándose activamente con movimientos peronistas antes y durante su exilio forzado tras la Revolución Libertadora. Pasando varios años entre Londres y Venezuela, mantuvo siempre viva su conexión con las actividades deportivas mientras trabajaba para Pan Am.
Su legado ha sido reconocido ampliamente; recibió homenajes por parte del Congreso Nacional argentino así como diversas instituciones deportivas que valoraron sus contribuciones al deporte femenino.
Racing Club también recordó afectuosamente a esta gran atleta mediante un mensaje emotivo resaltando cómo ella simboliza no solo lo mejor del deporte argentino sino también es parte integral e inspiradora dentro del club mismo—la pileta olímpica lleva su nombre honrando así sus logros históricos.
Con cada brazada realizada por quienes continúan soñando con seguir sus pasos queda grabada indeleblemente su huella dentro historia argentina—Enriqueta Duarte será recordada eternamente no solo por sus logros deportivos sino también por ser símbolo indiscutible esfuerzo humano ante cualquier adversidad.
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