La Catedral de Buenos Aires: Un Refugio de Fe y Recuerdos tras la Pérdida del Papa Francisco
La Catedral Metropolitana de Buenos Aires se ha convertido en un punto de encuentro para miles de personas que buscan rendir homenaje al Papa Francisco, quien falleció recientemente. El interior del templo está abarrotado; muchos fieles se sientan en el suelo, mientras otros siguen la misa desde las pantallas dispuestas cerca de la entrada. En medio del ambiente solemne, se perciben los lamentos por su partida, pero también una profunda paz entre aquellos que lo han seguido desde sus días como Jorge Bergoglio.
Un Adiós Colectivo
El impacto del fallecimiento del Papa argentino ha resonado tanto entre creyentes como no creyentes. Para muchos, su muerte marca el fin de una era significativa en la historia nacional. A las 9 a.m., mientras la misa tiene lugar dentro de la catedral, los automovilistas afuera tocan sus bocinas no por el tráfico, sino como un gesto simbólico para despedir al líder espiritual. «¡rezamos por vos,Francisco!»,grita uno de ellos antes de continuar su camino.
Dentro del templo, una larga fila serpentea hacia el altar donde los asistentes esperan recibir la comunión. Entre ellos hay lágrimas y rostros conmovidos; algunos son estudiantes uniformados que han sido liberados temporalmente de clases en señal de duelo.
La Misa: Un Espacio para Recordar
El arzobispo actual y sucesor directo del Papa Francisco en Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, anunció que esta sería solo una primera misa entre muchas más programadas para honrar su memoria. «No habrá ninguna ceremonia especial; todas las parroquias celebrarán eucaristías», afirmó García Cuerva durante su homilía.
La Catedral permanecerá abierta durante todo el día para quienes deseen acercarse a rezar y recordar al pontífice argentino. Entre los asistentes a esta emotiva ceremonia se encontraban figuras políticas locales como Jorge Macri y Clara Muzzio.
Muchos fieles vivieron este momento con los ojos cerrados; solo abrían parpadeando cuando alguien intentaba pasar hacia el altar o cuando llegaba el momento final con las palabras “Nos vamos en paz”.
Historias Personales: El Legado Humano
Claudia Magnin compartió con Clarín cómo conoció al Papa en 2013 justo antes de su viaje a Roma: «lo volvimos a ver este año en Lisboa durante la Jornada Mundial Juventud». Junto a José Gregori llegaron desde Entre Ríos debido a problemas familiares y encontraron consuelo inesperado tras enterarse sobre su fallecimiento.
Daniel Dichiaro expresó cómo Francisco transformó su relación con Dios: “Me hizo leer nuevamente el Evangelio diario”, comentó emocionado después enterarse sobre la noticia mientras trabajaba nocturnamente en Ezeiza.Ana Arias llegó acompañada por su hija Valentina Galarza; ambas llevaban carteles impresos con frases inspiradoras del difunto pontífice. Ana había planeado tener una audiencia privada con él poco antes de ser hospitalizado y lamenta no haber podido verlo nuevamente.
A medida que avanzaba la mañana, grupos escolares comenzaron a llegar para realizar visitas guiadas programadas previamente; incluso turistas europeos hicieron acto presencia después del servicio religioso principal.
Una Conexión Especial
Las ventas dentro della gift shop aumentaron notablemente ese día; rosarios alcanzaron precios desde $25 mil pesos argentinos junto a velas encendidas frente al retrato oficial del Sumo Pontífice. En un rincón cercano también había banderas futbolísticas rindiendo homenaje al club San Lorenzo—una pasión muy querida por él—que reflejan otra faceta importante e íntima del legado dejado atrás por Francisco.
Tres minutos antes mediodía comenzó un rezo colectivo mediante micrófono mientras algunos visitantes comentaban sobre cómo percibían cambios políticos relacionados con papas anteriores—un recordatorio claro sobre lo influyente que fue Francisco tanto dentro como fuera dela Iglesia Católica.
Este evento ha unido corazones alrededor dela figura emblemática quese fueel papa argentino,y aunque ya no esté físicamente presente,su legado perduraráen cada oracióny recuerdo compartido.