Argentina y su Salida de la OMS: un Nuevo Paradigma en Salud Global
La Nueva Visión de Salud Pública
La reciente decisión de Argentina de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado un intenso debate sobre el futuro del sistema sanitario global. En este contexto, se han propuesto diferentes modelos para reemplazar a la OMS, incluyendo el uso de instituciones ya existentes, como una agencia internacional dedicada a la seguridad sanitaria, o incluso la creación de una nueva entidad. El presidente Javier Milei ha manifestado su disposición a colaborar con un grupo selecto de países en esta iniciativa,citando el versículo Macabeos 3:91 para enfatizar que «no importa el tamaño del ejército sino las fuerzas del cielo». Su objetivo es establecer una agencia eficaz que atraiga a otros países.
Este respaldo fue claramente expresado por Robert F. Kennedy Jr., secretario estadounidense de Salud y Servicios Humanos, durante una conferencia celebrada recientemente en Buenos Aires. En este evento privado con solo cuatro periodistas destacados —incluyendo representantes del diario Clarín— los ministros argentinos Mario Lugones (Salud) y Gerardo Werthein (Cancillería) reafirmaron oficialmente la salida del país del principal organismo internacional dedicado a cuestiones sanitarias.
Un Cambio Radical en Políticas Sanitarias
Durante esta breve reunión —que duró aproximadamente 20 minutos— los funcionarios expusieron sus visiones sobre lo que ellos denominan un «nuevo paradigma» en salud pública.A pesar del tiempo limitado para preguntas —una por periodista sin posibilidad de repreguntar— se abordaron temas cruciales como las políticas relacionadas con las vacunas.
El ministro Lugones fue cuestionado acerca del enfoque argentino hacia las vacunas, especialmente considerando que Kennedy Jr. es conocido por sus posturas antivacunistas. Aunque fuentes oficiales aseguraron que no hay planes inmediatos para modificar el calendario nacional obligatorio de vacunación, Lugones destacó un nuevo requisito: todas las vacunas importadas deberán contar con estudios clínicos que incluyan grupos control placebo.
Este punto resulta particularmente relevante dado que los ensayos clínicos suelen incluir grupos placebo para evaluar efectivamente la eficacia y seguridad tanto de medicamentos como vacunas. La insistencia en este aspecto refleja un alineamiento entre Argentina y Estados Unidos respecto a estándares científicos más rigurosos.
Lugones también mencionó que esta exigencia fue anunciada previamente por Kennedy Jr., sugiriendo así una posible sincronización entre políticas sanitarias argentinas y estadounidenses. Además, indicó que están considerando retirar ciertas vacunas contra COVID-19 destinadas a menores menores seis meses debido a falta evidencia científica suficiente al respecto.
Críticas al Rol Histórico de la OMS
En su declaración conjunta tras el encuentro, ambos gobiernos criticaron abiertamente lo que consideran fallas estructurales dentro della OMS durante su gestión ante pandemias pasadas.Argumentan haber observado “serias deficiencias” operativas e informativas durante los primeros momentos críticos relacionados con COVID-19; esto llevó finalmente tanto a Estados Unidos como Argentina hacia su retiro definitivo.Los ministros subrayaron cómo estas deficiencias han erosionado significativamente la confianza mundial hacia dicha organización e hicieron hincapié en “la necesidad urgente”de establecer un liderazgo independiente basado en evidencias científicas sólidas dentro del ámbito sanitario global.
Se planteó así una visión renovadora centrada no solo en resultados concretos sino también en principios fundamentales como transparencia y soberanía nacional frente al manejo sanitario internacionalmente coordinado.
Compromiso Conjuntos Hacia Futuras Iniciativas Sanitarias
Ambas naciones se comprometieron públicamente a desarrollar intervenciones sanitarias costo-eficaces basadas estrictamente en evidencia científica; priorizando aspectos preventivos especialmente dirigidos hacia poblaciones infantiles vulnerables ante problemas ambientales o nutricionales críticos.
Concluyeron afirmando: “Las verdaderas amenazas requieren respuestas urgentes respaldadas por ciencia avanzada”. Bajo esta premisa esperan construir sistemas públicos autónomos enfocados no solo desde perspectivas políticas sino desde enfoques científicos sólidos e innovadores.
Esta nueva dirección marca sin duda un cambio significativo no solo para Argentina sino potencialmente podría influir sobre otros países interesados en redefinir sus relaciones internacionales dentro del campo sanitario globalizado actual.