La Fascinante Historia de la Ferrari 512 TR de Michael Jordan
Un Ícono del Baloncesto y su Pasión por los Autos
En una brillante mañana de 1992 en Chicago, Michael Jordan descendió de su impresionante Ferrari 512 TR en el Berto Center, justo antes de una práctica con los Bulls. A pesar de ser considerado la figura más destacada del baloncesto mundial y el deportista más reconocido a nivel global en ese momento, Jordan se encontraba molesto. Charles Barkley había sido nombrado MVP de la temporada regular, un título que él consideraba merecido. Sin embargo, pronto demostraría su valía al llevar a los bulls a conquistar su tercer anillo consecutivo, dejando atrás a Barkley y sus Phoenix Suns. Esta historia se entrelaza con una imagen capturada por el célebre fotógrafo Chuck Kuhn: la misteriosa desaparición y posterior reaparición del icónico automóvil.
La Colección Automovilística de un Campeón
Michael Jordan siempre ha tenido una profunda afición por los automóviles. Su garaje ha albergado joyas como un Mercedes SLR McLaren valorado en 30 mil dólares, una clásica Land Rover Range Rover que aún conserva, así como varios Chevrolet Corvette (C4 y C5), un Porsche 911 clásico y varios Cadillacs —el XLR-V le fue entregado personalmente por el presidente de la marca—.Además del mencionado Ferrari 512 TR, también tuvo acceso a otros modelos exclusivos como la Ferrari 550 Maranello.
En febrero de ese mismo año crucial para su carrera deportiva —cuando se encaminaba hacia tres campeonatos consecutivos— adquirió esta famosa Testarossa negra que había sido pintada especialmente para él siguiendo las indicaciones del legendario Enzo Ferrari.
Jordan solía recorrer las calles de Chicago al volante de este vehículo emblemático; cada vez que pasaba frente a sus fanáticos era común escuchar: «Ahí va Jordan», mientras admiraban su matrícula personalizada M-AIR-J.
El Viaje Inesperado del Auto
La historia detrás del destino final del auto es tan intrigante como compleja. En octubre de 1995, Michael decidió venderlo a Chris Gardner, conocido por ser el protagonista real detrás del filme «En busca de la felicidad», interpretado por Will Smith. Gardner había pasado por momentos difíciles antes; tras encontrarse con un corredor bursátil bajando también de una lujosa Ferrari roja —un encuentro que lo inspiró profundamente— logró convertirse en multimillonario y cumplir su sueño al adquirir el auto perteneciente a MJ.
Sin embargo, Gardner optó por cambiarle la matrícula original debido al constante interés sobre si seguía siendo «la Ferrari» asociada con Jordan; así fue como pasó a tener NOT-MJ. En 2010 decidió deshacerse definitivamente del vehículo sin dejar rastro alguno sobre dónde podría estar ahora.
La Búsqueda Incansable
Aquí es donde entra otro personaje clave: John Temerian, empresario apasionado por los autos clásicos fundó Curated para restaurar vehículos vintage europeos e inició una búsqueda obsesiva durante quince años para localizar esta emblemática F512 TR perdida.
A pesar no encontrar pistas concretas durante mucho tiempo e incluso recibir rumores falsos sobre ella desmantelándose en algún taller mecánico local; finalmente surgió información prometedora cuando uno desconocido afirmó tenerla bajo custodia.
Las negociaciones fueron arduas e incluyeron ocho meses sin imágenes claras ni confirmación fehaciente sobre si realmente era el coche buscado hasta llegar finalmente a un acuerdo preliminar entre ambas partes.
cuando Temerian recibió las fotos esperadas vio rápidamente que no correspondían al número serial correcto: “La decepción fue abrumadora”, recuerda él tras darse cuenta que no era efectivamente “la” Ferrari deseada.
No obstante ante tal contratiempo uno miembro cercano le prometió continuar buscando hasta dar con ella utilizando métodos tradicionales: llamadas telefónicas basadas en listados antiguos encontrados online hasta dar finalmente con alguien dispuesto hablar desde California quien revelaría detalles cruciales acerca dela situación actualdel auto perdido desde hacía años.El propietario actual había adquirido este tesoro automovilístico pero lo dejó estacionado tras enfermarse gravemente poco después; además sufrió pérdidas personales cuando incendios devastaron toda área circundante donde residía pero curiosamente dejó intacto aquel vehículo negro reluciente frentea casa.
Finalmente lograron acordar condiciones favorables para adquirirlo nuevamente aunque ya no regresaría ni Chicago ni Miami sino Italia donde sería restaurada meticulosamente devolviéndole todo esplendor original mientras recordamos aquellos días dorados cuando tanto MJ como su fabulosa máquina dominaban las calles urbanas llenando corazonesde aficionados alrededor mundo entero.
Esta fascinante travesía nos recuerda cómo objetos materiales pueden llevar consigo historias profundas conectando vidas inesperadamente mientras celebramos legado perdurable dejado atráspor íconos deportivos atemporalescomo MichaelJordan.