La 34ª Marcha del orgullo LGBTIQ+: Celebración y Lucha por la Diversidad en Buenos Aires
Este sábado, el centro de Buenos Aires se llenó de vida con la celebración de la 34ª Marcha del Orgullo LGBTIQ+. A partir de las 16 horas, la Plaza de Mayo se transformó en un vibrante espectáculo donde los colores brillantes reemplazaron el habitual gris urbano. La música resonaba desde el escenario principal, y entre los acordes del remix que sonaba, se escuchaba a Lali Espósito entonando “Soy lo que ves”, mientras una multitud entonaba al unísono.
Un Ambiente Festivo y Colorido
Bajo un sol radiante y temperaturas primaverales, las banderas arcoíris ondeaban con entusiasmo. El ambiente era festivo; grupos de personas bailaban, se abrazaban y compartían risas mientras capturaban momentos con selfies frente a monumentos emblemáticos como el cabildo. en este espacio no había lugar para lo sombrío: todo era brillo, lentejuelas y cuerpos expresándose libremente.
Cerca de las 17 horas,comenzó oficialmente la marcha hacia el Congreso con el himno nacional resonando en los altavoces. Agustina Ramírez (26), quien llegó desde Avellaneda luciendo un vestido confeccionado por ella misma en los seis colores representativos del orgullo LGBT+, expresó: “Para mí esta es la Navidad del orgullo”. Su relato refleja una realidad aún presente: “En mi trabajo tengo que explicar constantemente por qué mi novia se llama Belén. Es increíble que en 2025 todavía haya quienes cuestionen esto”.
Recuerdos y Compromisos
A pocos pasos de allí, amigos improvisaron una coreografía utilizando abanicos coloridos al ritmo del remix que incluía frases icónicas de Moria Casán. Juan Cruz (34), cubierto con purpurina plateada, comentó sobre su admiración hacia Moria como símbolo del movimiento: “Ella nos enseñó a brillar sin reservas”.
La marcha no solo fue una celebración; también fue un recordatorio constante sobre las luchas pasadas y presentes. Marina (41) sostenía una pancarta que decía «Sin nosotras no hay orgullo». Con años marchando a sus espaldas, enfatizó: “Aunque hemos visto avances significativos, aún persisten muchas injusticias”.
Carlos Valdibesio (51) compartió su experiencia personal junto a su pareja Marcelo: “Nos conocimos hace cuarenta años cuando era peligroso mostrarse así. Hoy podemos estar aquí sin miedo; eso ya es motivo suficiente para sentirnos libres”.
Una Manifestación Diversa e Inclusiva
A medida que avanzaba la marcha por Avenida de Mayo hacia el Congreso, carros decorados con altavoces llevaban alegría al público presente. Drag queens deslumbrantes desfilaban sobre plataformas creativas mientras familias disfrutaban junto a sus hijos portando carteles hechos a mano como «Mi mamá tiene novia». La diversidad estaba palpable en cada rincón.
Malena (59), parte activa del Archivo de la Memoria Trans repartiendo volantes cerca del escenario principal dijo: «Marcho por aquellas que ya no están aquí», refiriéndose a quienes perdieron sus vidas durante épocas difíciles para la comunidad.
Marisol sostenía un cartel escrito en cartón donde podía leerse «no necesito tu bendición para existir». Esta fue su tercera marcha; asistió especialmente para apoyar a su hermana menor quien recientemente reveló ser parte de esta comunidad.
Voces Unidas Contra el Odio
Durante esta edición especial también hubo espacio para reafirmar compromisos políticos importantes dentro del movimiento LGBTIQ+. Ricardo Vallarino presidente de 100% diversidad y Derechos destacó cómo este evento sigue siendo vital ante discursos discriminatorios presentes hoy día.Desde La Rosa Naranja Marcela Tobaldi subrayó nuevamente las luchas específicas enfrentadas por personas travestis-trans adultas mayores destacando cómo estas marchas son esenciales para visibilizar sus realidades.
El documento político presentado durante esta movilización dejó claro cuál es el camino hacia seguir avanzando: «El orgullo vence al odio», instando además contra ideologías supremacistas e injusticias sistemáticas dirigidas hacia comunidades vulnerables.
los manifestantes exigieron cambios concretos como derogar decretos considerados perjudiciales para derechos fundamentales relacionados con identidad género o acceso equitativo a servicios básicos como salud o educación.
Al cierre oficial se reiteró un mensaje poderoso lleno esperanza: «No tenemos miedo ni negociamos nuestros derechos».
la Marcha del Orgullo continúa siendo más que una celebración anual; representa una lucha constante por igualdad y reconocimiento dentro sociedad argentina contemporánea.
