Imola: Un Circuito con Historia y Futuro Incierto en la Fórmula 1
La Esencia de un Clásico
La tarde primaveral se despide en Imola, donde el sol brilla sin señales de la tormenta pronosticada para más tarde. Ante los ojos de los aficionados, se extienden cinco kilómetros de uno de los circuitos más emblemáticos del automovilismo mundial, inaugurado en 1953. Este trazado no solo refleja el paso del tiempo a través de sus gradas y boxes,sino también por un túnel que conecta con el paddock,evocando recuerdos del autódromo Oscar y Juan Gálvez en Buenos Aires.
El recorrido comienza en la recta principal, donde se puede apreciar lo complicado que resulta maniobrar un monoplaza tan grande dentro de espacios reducidos. A pocos metros se encuentra Tamburello, una curva trágica que fue escenario del fatal accidente de Ayrton Senna el 1° de mayo de 1994; desde entonces ha sido transformada en una chicane más lenta.
La Pasión por la Velocidad
A pesar de ser jueves, numerosos fanáticos aguardan detrás del alambrado para rendir homenaje al tricampeón sudamericano. Con paciencia pero sin suerte, esperan ver a alguno de los pilotos durante su recorrido por el circuito. En este ambiente vibrante nos encontramos con Franco Colapinto —quien regresa a la F1— y Gabriel Bortoleto optando por bicicletas para explorar el trazado; mientras tanto George Russell prefiere desplazarse sobre un monopatín.
El camino continúa hacia otra curva convertida en chicane debido a otro trágico suceso: la muerte del piloto austríaco Roland Ratzenberger un día antes que Senna. Esta sección es conocida como Variante Villeneuve, rindiendo homenaje a Gilles Villeneuve —padre del también piloto Jacques— quien perdió la vida durante las clasificaciones del Gran Premio belga en Zolder en 1982.Dada su relevancia histórica para Ferrari, esta parte del circuito está adornada con su escudo.
Desafíos Técnicos y Recuerdos Emocionales
A medida que avanzamos por el circuito hacia Piratella —una zona exigente marcada por frenadas intensas— nos encontramos con las tres curvas interconectadas conocidas como Acque Minerali; aquí es donde se monitorea cuidadosamente cada movimiento desde el auto oficial encargado del control durante las carreras.
Con menos de un tercio restante hasta completar el trazado original, las marcas dejadas por innumerables competiciones son evidentes sobre asfalto desgastado. Las modificaciones son constantes; uno puede notar cómo ciertos conos han sido reubicados estratégicamente dentro della Variante Alta para asegurar una correcta toma al realizar esa complicada chicane derecha-izquierda sin comprometer demasiado al vehículo contra los reductores amarillos.
Al descender hacia áreas más bajas del circuito nos topamos con casas adyacentes al trazado que parecen integrarse perfectamente al paisaje automovilístico local. En esta recta previa a la curva 16 destaca una gran cartulina blanca que plantea una pregunta intrigante: «la pared de los autógrafos ¿El último baile en Imola?».Este grupo juvenil tiene acceso privilegiado desde sus hogares frente a este icónico lugar donde Franco Colapinto marca su regreso tras años ausente; además podría ser testigo también despedida simbólica para este histórico circuito tras haber regresado brevemente después de trece años gracias a circunstancias excepcionales provocadas por la pandemia.
Un Futuro Incierto
Las curvas finales conocidas como Rivazza están rodeadas por casas típicas toscanas cuyas tejas rojas ofrecen vistas espectaculares gratuitas durante el Gran Premio. Desde allí se accede nuevamente a boxes y retoma contacto con la recta principal donde todo comienza otra vez… aunque quizás después del domingo esto ya no vuelva suceder si finalmente concluye esta etapa histórica dentro dela Fórmula 1.
El contrato actual entre Imola y Formula One expira en 2025 y existen rumores sobre su posible no renovación futura. «Me encanta Imola e Italia», expresó Colapinto durante una conferencia reciente cuando le preguntaron acerca sus sentimientos hacia este icónico lugar: «Debuté aquí hace poco tiempo atrás así que quiero seguir viniendo». Sin embargo hay quienes opinan diferente; aunque muchos pilotos disfrutan pilotar aquí ,el espectáculo ofrecido rara vez satisface completamente las expectativas modernas ante audiencias jóvenes ávidas buscando entretenimiento constante frente historias pasadas llenas nostalgia pero menos atractivas visualmente hoy día.