Crisis de Poder en el Peronismo Bonaerense: Nuevas Disputas Tras la Tregua
La Fragilidad de la Unidad Peronista
Las treguas dentro del peronismo en la provincia de Buenos Aires son, por lo general, efímeras. Esta aparente calma se disipa rápidamente cuando surgen disputas relacionadas con el poder.En esta ocasión, la unidad entre los aliados del frente que gobierna la provincia se desmoronó en menos de una semana tras la aprobación de una ley crucial sobre endeudamiento que había sido solicitada insistentemente por Axel Kicillof y que había enfrentado resistencia debido a conflictos internos y desacuerdos con la oposición.
La reciente controversia surgió a raíz de las designaciones para las autoridades del Senado bonaerense. Este lunes feriado tuvo lugar el acto formal donde los nuevos legisladores electos el 7 de septiembre durante los comicios desdoblados prestaron juramento. La vicegobernadora Verónica Magario fue quien tomó juramento a 23 representantes provenientes de diversas secciones electorales que habían votado para ocupar escaños en la Cámara alta.
Conflictos Internos y Falta de consenso
De acuerdo con protocolo y tradición, ese mismo día debía resolverse quiénes serían los encargados del manejo del Senado; un proceso que solo establece claramente que corresponde al vicegobernador definir quién presidirá dicha Cámara. Sin embargo, este procedimiento dio pie a nuevas tensiones entre las facciones alineadas con La Cámpora, el massismo y aquellos leales al Gobernador.
El bloque oficialista quedó conformado por 24 senadores,lo cual les otorga mayoría suficiente para alcanzar quórum y aprobar proyectos. En este contexto, surgieron diferencias significativas respecto a quién debería ocupar la vicepresidencia primera: Kicillof y Magario apoyaban a Ayelén Durán —una senadora originaria de Bahía Blanca— mientras otros aspirantes como Malena galmarini (esposa del exministro Sergio Massa) también buscaban ese puesto clave.
La falta de consenso llevó al cierre anticipado de una sesión sin lograr renovar la mesa directiva del Senado. El reparto interno incluye no solo cargos importantes sino también recursos significativos; se estima que parte del presupuesto asignado supera los $200 mil millones para 2026.Durante esta misma sesión se aprobaron licencias para dos senadores electos: Gabriel Katopodis (ministro provincial) y Diego Valenzuela (intendente), quienes no asumirían sus bancas debido a compromisos nacionales. Esta decisión generó críticas por parte del senador saliente Marcelo Daletto quien argumentó que tal concesión no estaba contemplada en el reglamento antes de su asunción formal programada para el próximo 10 diciembre.
Como resultado directo ante esta falta de acuerdos claros, Carlos Kikuchi —quien anteriormente formaba parte del equipo político alineado con Javier Milei— asumió como vicepresidente provisional tras ser elegido entre sus pares; él será uno de los pocos vices cuyo mandato continuará después del cambio previsto en diciembre.
Un Nuevo desafío: El Control Presupuestario
El jueves pasado marcó un hito importante cuando Kicillof logró obtener autorización legislativa para emitir deuda por un total aproximado U$S 3.685 millones durante dos ejercicios presupuestarios consecutivos después intensas negociaciones tanto dentro como fuera su espacio político.Para conseguir estos votos necesarios tuvo que ceder gran parte control sobre Cámara Diputados al massismo así como también al kirchnerismo más duro; esto le permitió alcanzar los dos tercios requeridos durante esa votación crucial.
En esa misma jornada —tras largas horas deliberativas— Kicillof obtuvo permiso no solo para emitir hasta U$S 1.045 millones sino también otros paquetes adicionales destinados específicamente hacia empresas provinciales estratégicas como Aubasa o Buenos Aires Energía.
Sin embargo, ahora enfrenta otro reto significativo: conseguir autorización desde Ministerio nacional Economía habilitar emisión títulos públicos correspondientes Estado bonaerense—aquí surge otra confrontación potencial contra libertarios actuales Gobierno Nacional quienes ya han anticipando negativa ante tales solicitudes futuras.
A pesar estas tensiones internas persistentes queda aún otro capítulo abierto relacionado presidencia Partido Justicialista Bonaerense actualmente bajo mando Máximo Kirchner—figura resistida tanto seguidores gobernador actual así algunos intendentes locales quienes podrían estar considerando sucesión acordada pronto.
Este nuevo conflicto promete ser otra batalla significativa dentro interna peronista mientras continúan luchando por establecer liderazgo claro futuro partido provincial.
