Fallo Histórico en San Luis: Condena a Diego Oliveri por Difusión de Contenido Íntimo
En un veredicto sin precedentes para la provincia de San Luis, Diego Oliveri, de 48 años, fue sentenciado este miércoles a dos años y tres meses de prisión efectiva. La condena se debe a la difusión no autorizada de un video íntimo perteneciente a su ex pareja, Gabriela Fernández Aberastain, una profesora de fitness de 41 años. El juez Ariel Parrillis emitió el fallo alrededor de las 17:30 horas y ordenó que Oliveri fuera esposado y trasladado inmediatamente al Servicio Penitenciario provincial.
Detalles del Caso
Santiago Olivera, abogado representante de la víctima, explicó que «Oliveri fue condenado por amenazas, distribución indebida de correspondencia y lesiones leves agravadas por el vínculo y violencia de género». Estos delitos fueron considerados en concurso real durante el juicio.
En contraste con la condena impuesta a Oliveri, Tatiana Yacarini (50), quien era pareja del acusado en el momento en que se viralizó el video comprometedor, enfrentó un juicio pero resultó absuelta. No obstante, deberá hacer frente a una compensación económica por los daños materiales y psicológicos causados a Fernández Aberastain.
Reacciones Emocionales
Gabriela Fernández Aberastain expresó su incredulidad ante la decisión judicial: «No lo puedo creer; esto sí que no me lo esperaba», comentó visiblemente emocionada tras haber esperado cinco años para obtener justicia. «Lo único que deseo es abrazar a mis hijos; ellos también han sufrido conmigo», añadió desde los tribunales sanluiseños.
Durante su última intervención en el juicio manifestó: «no quiero más odio ni maldad; solo busco Justicia».
Por otro lado, Yacarini reconoció su papel en esta situación complicada al declarar: “Le pedí disculpas porque también fui víctima de manipulación y violencia”.
La Postura del Acusado
A diferencia del resto involucrado en este caso judicializado, Diego Oliveri no mostró signos de arrepentimiento durante todo el proceso. En sus últimas palabras antes del veredicto final solicitó una pena domiciliaria debido a problemas médicos personales: “Si me hallan culpable pido cumplir mi condena desde casa”, afirmó.
Este caso ha generado gran interés público debido al contexto social actual sobre temas como la violencia digital y los derechos individuales relacionados con la privacidad.
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