Reflexiones sobre la Política de Estados Unidos en Oriente Medio
Un Cambio Necesario en la Relación con israel
Estimado presidente Donald trump:
Desde que asumió el cargo, he encontrado escasas iniciativas con las que coincido, salvo en lo que respecta a Oriente Medio.Su reciente viaje a la región y su decisión de reunirse con líderes de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Catar, sin incluir al primer ministro Benjamin Netanyahu en su agenda, indican un cambio significativo: parece estar reconociendo una verdad esencial: el actual gobierno israelí está actuando de manera que pone en riesgo los intereses fundamentales de Estados Unidos.
Netanyahu no es un aliado confiable. Sin embargo, creía erróneamente que podría manipularlo a su favor. Me sorprende cómo ha demostrado mediante sus negociaciones directas con Hamás, Irán y los hutíes que no se dejará utilizar como chivo expiatorio. esta situación claramente ha generado pánico en Netanyahu.
Es indudable que el pueblo israelí sigue considerándose un firme aliado del pueblo estadounidense; sin embargo, este gobierno ultranacionalista y mesiánico no comparte esa visión. Por primera vez en la historia reciente de Israel, sus prioridades han cambiado drásticamente: ya no buscan la paz ni una mayor seguridad mediante la coexistencia pacífica con sus vecinos árabes; su enfoque se centra ahora en anexar Cisjordania y expulsar a los palestinos de gaza.
La Realidad del Gobierno Israeli Actual
Aceptar que Israel tiene un gobierno cuya conducta ya no refleja una alianza sólida con Estados Unidos es difícil para muchos amigos del país dentro de Washington. No obstante, esta es una realidad innegable. Al seguir adelante con su agenda extremista, Netanyahu está socavando nuestros intereses estratégicos.
La negativa por parte del liderazgo estadounidense a ser dominado por Netanyahu —como ocurrió anteriormente— es digna de reconocimiento. Es crucial proteger las estructuras de seguridad establecidas por administraciones anteriores para mantener nuestra influencia regional.
La alianza entre Estados Unidos e Israel fue forjada tras la Guerra del Yom Kipur (1973) bajo Richard Nixon y Henry Kissinger para contrarrestar el poder soviético e instaurar a EE.UU como potencia dominante en Oriente Medio; esta estrategia ha beneficiado nuestros intereses geopolíticos desde entonces.
Los acuerdos alcanzados durante ese periodo sentaron las bases para tratados posteriores como Camp David y los Acuerdos de Oslo; todos ellos contribuyeron al dominio estadounidense junto a sus aliados árabes e israel sobre la región.
Sin embargo, este marco dependía fundamentalmente del compromiso mutuo hacia una solución pacífica basada en dos estados —una meta promovida incluso durante su primer mandato— condicionada al reconocimiento por parte palestina hacia Israel y al desarme militar palestino.
Lamentablemente, desde finales de 2022 cuando Netanyahu asumió nuevamente el poder tras priorizar la anexión territorial sobre cualquier acuerdo pacífico o arquitectónico propuesto por EE.UU., hemos visto cómo esta dinámica se deteriora aún más tras los eventos violentos recientes provocados por Hamás el 7 octubre pasado.
Consecuencias Geopolíticas inminentes
Durante casi un año completo bajo administración Biden se solicitó insistentemente a Netanyahu iniciar diálogos significativos con la Autoridad Palestina respecto a una solución viable basada en dos estados —un paso necesario para facilitar relaciones normalizadas entre Arabia Saudita e Israel— lo cual abriría nuevas oportunidades económicas tanto para israelíes como musulmanes moderados mientras consolidaría nuestra posición frente a Irán y China sin requerir recursos militares adicionales significativos.
Sin embargo, ante las presiones internas ejercidas por elementos radicales dentro del gabinete israelí —que amenazaron incluso con derrocarlo si accedía— así como debido al juicio pendiente contra él mismo relacionado con corrupción personal donde necesita mantenerse protegido bajo el cargo presidencial actual; optó lamentablemente por anteponer sus propios intereses personales sobre aquellos vitales tanto para Estados Unidos como para Israel mismo.
El potencial acuerdo entre Arabia Saudita e Israel habría sido monumental: habría permitido abrir mercados musulmanes clave hacia inversiones turísticas innovadoras provenientes desde Tel Aviv mientras ayudaba también aliviar tensiones globalmente entre judíos-musulmanes fortaleciendo así nuestras ventajas estratégicas heredadas desde Nixon-Kissinger durante años venideros.
No obstante después años manipulativos llevados acabo principalmente gracias netanyahú ambos países han decidido renunciar finalmente participar activamente dentro dicho pacto lo cual representa pérdidas irreparables tanto nacionales israelienses así también comunidad judía internacionalmente hablando.
Recientemente Reuters reportó cambios drásticos indicando “Estados Unidos ya no exige condiciones previas relacionadas normalización relaciones Arabia Saudita-israel” antes avanzar conversaciones cooperación nuclear civil”.
Ahora bien ¿qué nos espera?
Netanyahu planea intensificar operaciones militares contra Gaza concentrando población local hacinándola aún más mientras avanza rápidamente hacia anexión efectiva Cisjordania generando acusaciones adicionales cruentas contra ejército hebreo (particularmente nuevo jefe Estado Mayor Eyal Zamir) quien espera protección gubernamental frente posibles juicios futuros derivados acciones bélicas emprendidas actualmente.no tengo simpatías hacia Hamás pues considero organización perversa responsable tragedia humanitaria vivida hoy día pero tampoco creo plan reinvasor propuesto sea alternativa viable liderada Autoridad Palestina sino ocupación militar permanente cuyo objetivo final será presionar desplazamiento masivo poblacional palestino fuera territorio nacional creando condiciones propicias insurgencia continua similar Vietnam Mediterráneo.
En conferencia organizada recientemente Bezalel Smotrich ministro finanzas extrema derecha declaró abiertamente “Ocupamos Gaza quedándonos aquí”, afirmando además “Ya no habrá entradas ni salidas”.esto implica hacinamiento extremo reduciendo espacio habitable menos cuarto Franja total existente actualmente según expertos militares quienes advierten uso fuerza agresiva podría causar daños severos infraestructura civil restante sumándose crisis humanitaria existente generando muertes masivas civiles adicionales poniendo líderes oficiales israelíes potencialmente ante procesos judiciales internacionales futuros relacionados crímenes guerra cometidos durante conflicto armado vigente.
Esta estrategia puede desencadenar consecuencias devastadoras extendiendo inestabilidad política hasta Jordania Egipto pilares fundamentales alianzas estadounidenses actuales temerosos intentos expulsión forzada refugiados palestinos resultantes conflictos armados recientes podrían generar oleadas migratorias desestabilizando fronteras regionales afectando directamente seguridad nacional norteamericana misma si estos mismos refugiados nunca cruzaran límites territoriales establecidos previamente acordadamente entre naciones vecinas involucradas históricamente hablando .
Como me explicó Hans Wechsel ex asesor principal políticas Comando Central EE.UU.: «Cuanto más desesperanzadas parezcan aspiraciones palestinas menos dispuesta estará región ampliar integración seguridad conjunta EEUU-Arabia Saudita-Israel consolidándose ventajas duraderas frente Irán-China».
Señor presidente usted posee buen instinto independencia continúe siguiendo dicha línea acción porque caso contrario prepárese enfrentar dura realidad inminente donde generaciones futuras judías crecerán entorno paria mundial siendo Estado hebreo objeto repudio generalizado internacionalmente hablando .
Finalmente les dejo reflexionen palabras editorial Haaretz publicado recientemente:
“Martes Fuerza Aérea mató nueve niños edades comprendidas tres catorce años alegadamente atacaban ‘centro mando control’ Hamás aseguraban haber tomado medidas mitigar riesgos colaterales civiles ajenos conflicto armado”.
Podemos seguir ignorancia cifras víctimas mortales superan cincuenta mil incluyendo dieciocho mil infantes cuestionamientos credibilidad datos utilizando mecanismos represión negación apatía distanciamiento justificación nada cambiará amarga realidad:
Israel mató inocentes nuestras manos hicieron esto debemos despertar gritar fuerte ¡Alto guerra!