Lula da Silva y la Estrategia Electoral de Brasil: Enfoque en Tarcísio de Freitas
En lo que parece ser un anticipado inicio de la campaña electoral en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha decidido desviar su atención del caso de Jair Bolsonaro, quien recientemente fue condenado por golpismo. En lugar de centrarse en el exmandatario, Lula está dirigiendo su mirada hacia Tarcísio de Freitas, gobernador de São Paulo y un aliado del expresidente. De Freitas ha comenzado a radicalizar su discurso con el objetivo de captar a un amplio electorado opositor.
Contexto Electoral: la Victoria sobre Bolsonaro
Es importante recordar que Lula logró vencer a Bolsonaro en las elecciones celebradas en octubre de 2022 con una diferencia del 1.8% en los votos. Esta derrota fue notable para Bolsonaro, quien obtuvo una cantidad récord de sufragios para un candidato perdedor. Actualmente, se encuentra inhabilitado para participar activamente en política tras recibir una condena que lo sentenció a 27 años y tres meses por intentar llevar a cabo un golpe contra Lula.
A pesar de no haber confirmado si buscará la reelección, la popularidad del líder del Partido dos Trabalhadores (PT) ha aumentado considerablemente debido al impacto negativo que han tenido las políticas arancelarias impuestas por el gobierno estadounidense bajo Donald Trump. Estas medidas incluyeron gravámenes del 50% que presionaron para anular el juicio contra Bolsonaro.
La Nueva Oposición: Tarcísio y Otros Competidores
Aunque Tarcísio aún no ha declarado oficialmente su candidatura presidencial, se encuentra bajo la mirada atenta tanto del público como analistas políticos debido al vacío dejado por Bolsonaro. Según reportes del diario Folha de São Paulo,el gobierno prefiere relegar los asuntos relacionados con Bolsonaro y concentrarse más bien en sus programas gubernamentales mientras lanza ataques hacia De Freitas.
El PT tiene claro que debe priorizar «la popularidad ya demostrada» por Lula según diversas encuestas y centrar sus esfuerzos en criticar al gobernador paulista, quien es visto como uno de los principales exponentes actuales dentro del espectro político conservador.
Además, hay otros contendientes emergentes; uno destacado es Romeu Zema, gobernador liberal Minas Gerais, quien recientemente anunció su intención presidencial y ya está iniciando actividades proselitistas.
El Papel Del PSD Y Las Encuestas Favorables Para Lula
La situación política también involucra al Partido Social Democrático (PSD), fundado por Gilbert Kassab; este partido mantiene vínculos significativos con Lula pero aún no está claro cómo se posicionará ante las próximas elecciones presidenciales.
Gleisi Hoffman, presidenta del PT e identificada con una línea más izquierda dentro del partido —que ha sido parcialmente abandonada— describe al PSD como “la derecha responsable”, diferenciándose así claramente del bolsonarismo. Cabe destacar que este partido tuvo un desempeño sobresaliente durante las últimas elecciones municipales; incluso ganó la alcaldía Río Janeiro gracias al apoyo público brindado por Lula frente a candidatos bolsonaristas.
Las encuestas recientes también ofrecen datos alentadores para el actual presidente brasileño. Un estudio realizado por Datafolha abarcó 113 ciudades e indicó que su índice aprobación alcanzó un 33%, marcando así el nivel más alto registrado durante este año e indicando una cercanía entre aprobación (33%) y desaprobación (38%). Además, otro 28% considera regular su gestión sin calificarla negativamente.
Este contexto es relevante dado que el tercer mandato presidencial enfrenta desafíos significativos desde perspectivas económicas hasta crisis políticas relacionadas con altos costos vitales. Sin embargo,las tarifas arancelarias impuestas desde Estados unidos han tenido poco impacto directo sobre Brasil debido a la naturaleza mayoritaria exportadora brasileña basada principalmente en commodities susceptibles a ser redirigidos hacia otros mercados internacionales.Por último cabe mencionar que jair Bolsonaro presenta actualmente índices preocupantes: solo cuenta con un 22% de aprobación frente a más del 50% correspondiente a desaprobación entre los votantes brasileños.