La Larga Recuperación de Bahía Blanca Tras la Inundación
Un Mes Después del Desastre
A un mes del devastador diluvio que azotó Bahía Blanca, la ciudad aún lucha por recuperarse. Celina, una barrendera de Bahía Ambiental, ha pasado horas trabajando para limpiar las calles, recolectando alrededor de 300 bolsas llenas de residuos y barro. Este lodo arcilloso, que se ha convertido en un símbolo visible de la tragedia, es un recordatorio constante del impacto que tuvo el agua en esta comunidad. “Esto vino para quedarse”, afirma Celina mientras observa el panorama desolador.
El 2 de marzo marcó un antes y un después para los habitantes de Bahía Blanca; las lluvias torrenciales transformaron sus calles en ríos caudalosos. La inundación dejó a su paso 16 vidas perdidas y dos niñas desaparecidas cuyas familias continúan buscando respuestas en el estuario local. Desde entonces, los esfuerzos por ayudar han sido principalmente comunitarios: «La ayuda se da entre particulares», explican los afectados.
Promesas Gubernamentales Sin Cumplimiento
Aunque se han anunciado ayudas estatales tanto desde la provincia como desde el Gobierno Nacional —incluso antes de que el barro se secara— hasta ahora no hay registro de ningún bahiense que haya recibido asistencia financiera o subsidios prometidos. En las primeras horas tras la catástrofe, cuando comenzó a escurrir el agua (en algunos lugares alcanzó más de metro y medio), muchos encontraron consuelo en una frase: «No nos quedó nada, pero estamos vivos». Sin embargo, esa etapa parece haber quedado atrás.
Ariel Biagetti,periodista local del portal Cafe x Medio señala: “La gente quiere avanzar; necesita ayuda inmediata para reconstruir sus hogares”. En días recientes se han visto largas filas frente a las sucursales del Banco Provincia donde ciudadanos intentan inscribirse para recibir subsidios destinados a reparaciones o compra de electrodomésticos.El monto asignado será significativo: $800.000 no reembolsables alcanzarán a unas 33.000 familias afectadas por la inundación. Además del apoyo provincial mencionado anteriormente, también existe un fondo nacional llamado Suplemento Único de Reconstrucción (SUR) administrado por la Agencia Federal de Emergencias.
Infraestructura Dañada y Futuro Incierto
Las consecuencias estructurales son evidentes; canales como el Maldonado y arroyo Napostá colapsaron bajo tanta presión hídrica durante ese día fatídico donde llovió lo equivalente a seis meses consecutivos. Las autoridades locales están evaluando soluciones permanentes mientras implementan medidas provisionales como puentes temporales proporcionados por Vialidad Nacional.
Los comerciantes enfrentan una dura realidad al intentar reabrir sus negocios tras sufrir pérdidas significativas debido al agua acumulada e inservible que arrastró todo lo valioso dentro sus locales comerciales. Pablo Sasso es dueño del histórico café Florida y comparte su frustración con respecto al polvo persistente que cubre su barra: “Lo limpiás todo el día y ahí está”, dice resignado ante una situación complicada donde aún no puede abrir completamente su pizzería debido a incertidumbres económicas.
Guillermo Alvarez logró reabrir su zapatería pero reconoce que sobrevive gracias a ofertas agresivas colocadas afuera para atraer clientes: “No hay ánimo ni dinero suficiente”. esta misma preocupación resuena entre otros emprendedores locales quienes esperan ansiosos créditos subsidiados prometidos sin claridad sobre plazos o montos disponibles.
Solidaridad Comunitaria Ante la Adversidad
Mientras tanto, historias inspiradoras emergen entre tanta adversidad; Pilar Piñeyro destaca cómo su familia ha comenzado lentamente a recuperar operaciones en Induswhite gracias al esfuerzo conjunto con empleados comprometidos dispuestos a trabajar arduamente incluso fuera del horario laboral tras ver cómo sus instalaciones quedaron sumergidas bajo aguas contaminadas.
“En medio de tanta incertidumbre”,concluye Pilar con esperanza renovada ante este panorama sombrío pero lleno también ejemplos solidarios entre vecinos dispuestos ayudar unos con otros durante este proceso doloroso hacia la recuperación total.
Bahía Blanca enfrenta desafíos monumentales mientras intenta levantarse nuevamente después del desastre natural más devastador vivido hasta ahora; sin embargo queda claro que aunque las promesas gubernamentales aún están pendientes cumplirlas efectivamente hoy son los ciudadanos quienes sostienen juntos esta lucha hacia adelante.