Denuncia de Abuso en Escuela rural: Un Llamado a la Justicia
A casi 500 kilómetros de Santa Fe, un trágico suceso ha conmocionado a la comunidad de Gato Colorado. La madre de un niño de siete años, que cursa segundo grado en una escuela rural, ha denunciado que su hijo fue víctima de una violación grupal dentro del internado. La mujer señala a varios alumnos mayores como los responsables del abuso y critica la «negligencia» por parte del personal educativo en el cuidado del menor.
Investigación y Reacciones Comunitarias
Tras recibir la denuncia, el Ministerio de Educación provincial ha iniciado una investigación formal. Como resultado inmediato, se separó a la directora, a una docente y al celador del establecimiento educativo mientras se lleva a cabo el proceso investigativo. La indignación es palpable entre los aproximadamente 1.500 habitantes del pueblo debido al impacto emocional que este caso ha generado.
La denuncia fue presentada basándose no solo en el testimonio del niño afectado sino también en las declaraciones de su hermana mayor, quien tiene 11 años y asiste al mismo colegio: la escuela albergue Conrado Nalé Roxlo N°1.211. según lo relatado por Viviana, madre del menor agredido, su hija escuchó los gritos desesperados pidiendo ayuda desde otra habitación.“Mi hijo me dijo que gritó pidiendo auxilio y se preguntaba por qué no vino nadie”, expresó Viviana con profunda angustia.
Demandas Urgentes ante las Autoridades
Viviana exige justicia para su hijo: “Quiero que quienes son responsables enfrenten las consecuencias legales por arruinarle la inocencia”. Además cuestiona cómo es posible que nadie haya respondido ante los gritos desesperados de su hijo: “Lo abandonaron; esto es un claro abandono escolar”.En declaraciones realizadas para 107 FM Digital, hizo un llamado directo a las autoridades para que asuman sus responsabilidades y pidió despidos inmediatos para aquellos involucrados en esta situación crítica: “Hoy fue mi hijo; mañana podría ser otro”.
La madre también instó a otros posibles afectados por situaciones similares dentro o fuera de esa escuela a hablar sin miedo sobre sus experiencias.
Acciones Del Ministerio tras la Denuncia Penal
El Ministerio de educación confirmó oficialmente que se han iniciado sumarios administrativos tras recibir la denuncia penal presentada por Viviana. En total hay cinco personas trabajando en el internado rural —una directora, una docente, un celador nocturno y dos empleados encargados de cocina— quienes están bajo investigación mientras se designa un interventor temporal para supervisar el funcionamiento institucional durante este periodo crítico.
Las autoridades educativas han tomado declaración tanto a Viviana como al abogado representante familiar e incluso han entrevistado al cuerpo docente así como varios alumnos presentes durante los hechos denunciados.
Aunque no se ha revelado cuántos estudiantes participaron directamente en el abuso sexual reportado ni sus identidades exactas —se sabe únicamente que tienen entre 10 y 15 años— sí está claro que todos ellos residen temporalmente allí durante semana escolar antes regresar con sus familias cada fin de semana.
El Impacto Emocional sobre el Menor Afectado
La denuncia fue interpuesta después de observar cambios drásticos en el comportamiento emocional del niño tras haber tenido contacto con él nuevamente después del incidente ocurrido entre lunes y miércoles pasados. Según lo indicado ante las autoridades judiciales:
“Estaba completamente abstraído; llorando constantemente”, describió Viviana sobre cómo encontró a su hijo tras lo sucedido. Inicialmente intentó justificar sus lesiones diciendo haberse lastimado con espinas pero luego accedió contarle lo ocurrido bajo condición expresa: “No quiero volver más ahí”, le dijo refiriéndose al colegio donde ocurrió todo esto.
Un examen médico posterior corroboró múltiples agresiones sexuales sufridas por parte del menor durante esos días críticos donde estuvo expuesto sin protección alguna frente al acoso sistemático recibido.
Viviana también mencionó cómo otras niñas presentes escucharon gritos provenientes desde donde estaba su hermano e intentaron intervenir pero fueron igualmente amenazadas o agredidas físicamente cuando trataron detenerlo.
este desgarrador caso pone sobre la mesa cuestiones urgentes relacionadas con seguridad infantil dentro entornos educativos rurales así como responsabilidad institucional frente situaciones tan graves como estas.