Incendio en Ezeiza: Un desastre Industrial que Deja Huellas
La Emergencia y sus Consecuencias
Las calles de Ezeiza permanecen bloqueadas por la policía, permitiendo únicamente el paso de ambulancias y vehículos de bomberos que trabajan sin descanso. El denso humo y los focos aún activos en el polo industrial se han convertido en una imagen habitual tras el devastador incendio ocurrido hace casi dos días en los depósitos de Logischem. Este incidente no solo ha causado daños significativos a las viviendas cercanas,sino que también ha requerido asistencia médica para más de 20 personas.
Los trabajadores del lugar han señalado un producto específico que «emitía mucho vapor» y que fue almacenado junto al peróxido, una combinación peligrosa debido a su naturaleza reactiva.
Testimonios Reveladores
Un ex empleado,quien prefiere permanecer en el anonimato por razones de seguridad,describe la situación como «una bomba de tiempo». Según su relato, todo comenzó en el depósito siete durante un cambio de turno nocturno. Los trabajadores notaron una luz amarilla proveniente del fondo del almacén y comenzaron a gritar para alertar a sus compañeros.
A pesar de sus intentos por controlar las llamas con mangueras, la situación se tornó incontrolable rápidamente. “Si hubiera sido diez minutos más tarde, nos habría atrapado trabajando”, comentan con alivio al recordar cómo lograron evacuar sin víctimas fatales.
La secuencia inicial incluyó una pequeña explosión que destruyó parte del techo antes de desencadenar una explosión mayor que afectó edificios adyacentes como iron Mountain y Sinteplast.
Almacenamiento Peligroso
El ex trabajador revela detalles alarmantes sobre las condiciones dentro del depósito: “Había productos químicos peligrosos almacenados juntos sin ninguna consideración”. Menciona específicamente un material nuevo introducido recientemente que emitía vapor continuamente; pese a ser advertidos sobre su peligrosidad, decidieron dejarlo junto al peróxido industrial.
Este tipo de peróxido puede volverse extremadamente peligroso si no se maneja adecuadamente. “Nos enseñaron claramente que si este producto entra en contacto con madera o plástico puede incendiarse instantáneamente”, añade el ex empleado.
Dentro del almacén había diversos ácidos como fosfórico y sulfúrico así como pesticidas altamente tóxicos utilizados para insecticidas. “Cuando tomábamos muestras debíamos usar trajes protectores completos; ahora todo eso está ardiendo”, lamenta resignado ante la falta de medidas adecuadas para proteger tanto a los empleados como al entorno.
Falta Crítica de seguridad
El mismo ex trabajador critica abiertamente la ausencia total del sistema contra incendios adecuado: «Las naves 1, 2 y 3 eran las únicas protegidas con rociadores automáticos; todas las demás carecían completamente». Esta negligencia es aún más preocupante dado el reciente cambio masivo en personal experimentado por Logischem donde muchos empleados capacitados fueron reemplazados por nuevos sin formación adecuada.
La zona industrial donde ocurrió este desastre está situada cerca de la autopista Ezeiza-Cañuelas; actualmente se espera un informe judicial sobre lo sucedido mientras continúan las investigaciones pertinentes para determinar si hubo alguna acción intencionada detrás del incendio o si fue resultado directo del mal manejo interno.
Reacciones Comunitarias
lorena Mujica llegó hasta el lugar montando bicicleta junto a su esposo desde Carlos spegazzini. Ella es docente local e inicialmente evitó acercarse debido al temor por posibles gases tóxicos liberados durante la explosión. Su hijo trabajó brevemente en Logischem antes del incidente: “No recibieron capacitación adecuada ni medidas básicas para manejar productos químicos”.
los vecinos expresan preocupación constante tras lo sucedido; muchos temen nuevas emergencias similares dada la falta aparente tanto en protocolos internos como externos relacionados con seguridad química e industrial. Una residente cercana comenta: «Es increíble pensar que nadie resultara herido entre nosotros».
En medio del caos generado por esta tragedia industrial queda claro que no solo hay daños materiales sino también profundas inquietudes sobre cómo se manejan estos riesgos dentro tan cerca nuestras comunidades.
