La Crisis de las Obras Sociales de Camioneros y el Futuro de Hugo Moyano
Desafíos en la Gestión de las Obras Sociales
En medio del ocaso del liderazgo de Hugo Moyano al frente del sindicato de Camioneros, se destaca el colapso financiero que enfrentan sus dos obras sociales: la obra social del sindicato en Buenos Aires (OSCHOCA) y la correspondiente a la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros. Tanto Moyano como su esposa, Liliana Zulet, son los responsables directos del manejo administrativo y financiero de estas entidades.
Recientemente,han surgido protestas visibles contra Zulet en varios sanatorios pertenecientes al gremio ubicados en San Justo,Avellaneda y Villa Martelli. Hasta el 11 de noviembre, muchos empleados —incluyendo médicos y enfermeros— solo recibieron una parte mínima de su salario; algunos reportaron haber recibido un adelanto simbólico de $500.000.
El descontento entre los trabajadores se hizo evidente este martes en el sanatorio 15 de Diciembre en Avellaneda, donde se exhibieron carteles con mensajes como «Zulet paganos el sueldo» y «Zulet no paga». En contraste, solo un sanatorio logró abonar salarios completos: Antártida.Esta clínica había suspendido cirugías previamente; una decisión que parece estar motivada por consideraciones políticas para evitar protestas públicas en una ubicación tan estratégica.
Problemas Estructurales Persistentes
Las dificultades financieras que atraviesan ambas obras sociales no son recientes. Los afiliados frecuentemente encuentran carteles informando sobre la suspensión temporal o definitiva de ciertos servicios médicos —como pediatría— durante sus visitas a los sanatorios. Además,debido a problemas económicos crónicos,muchas veces se niega la cobertura para tratamientos específicos lo que ha llevado a numerosos afiliados a recurrir a instancias judiciales para exigir sus derechos.
Este contexto ha resultado en una disminución significativa del número total de afiliados. Aunque las cifras exactas permanecen bajo resguardo dentro del gremio, algunas estimaciones sugieren que OSCHOCA podría haber perdido hasta tres cuartas partes (75%)de sus 200.000 miembros originales debido al fenómeno conocido como «efecto descreme», donde aquellos con mayores recursos optan por seguros más completos fuera del sistema Camionero.
A agosto pasado, según un informe financiero oficial obtenido por Clarín, la obra social asociada con la Federación Nacional debía $26.617 millones a sus prestadores médicos. Este documento también señala que durante ese período acumulado hubo una inflación aproximada del 19%, mientras que desde diciembre hasta ahora esa deuda creció más allá del 33%.
Estrategias Salariales Controversiales
La crisis financiera parece haber llevado a Hugo Moyano a aceptar condiciones laborales menos favorables para los trabajadores mediante acuerdos salariales reducidos: un incremento salarial modesto fue acordado con aumentos mensuales muy por debajo del costo real inflacionario (1% – 1.2%). Sin embargo, uno de los puntos clave logrados fue establecer un aporte extraordinario adicional por parte empleadora hacia las obras sociales: $20.000 por cada trabajador.Este aumento es significativo considerando que representa un incremento superior al 20% respecto al aporte anterior; sin embargo contrasta drásticamente con el escaso aumento salarial promedio cercano al 1%. Esto ha generado malestar entre los camioneros ya que muchos ven cómo sus ingresos han caído considerablemente; actualmente un chofer calificado percibe alrededor $833.801 mensuales antes impuestos.
tensión Interna y Cambios Generacionales
A esta crisis financiera se suman tensiones internas dentro del sindicato mismo así como conflictos familiares dentro clan Moyano. Hace aproximadamente dos meses Hugo tuvo que llevar adelante cambios significativos tras destaparse una supuesta estafa cercana a US$10 millones relacionada con fondos destinados para servicios hoteleros vinculados al gremio en Mar Del Plata; este caso está siendo investigado judicialmente tras denuncias realizadas por Héctor Maldonado —un dirigente cercano— quien sostiene estos fondos fueron desviados indebidamente.
Hugo Moyano tiene actualmente 81 años y enfrenta problemas relacionados con su salud física lo cual limita su capacidad comunicativa efectiva según fuentes cercanas; además ha bloqueado intentos recientes para contactarlo directamente desde medios periodísticos.Su círculo íntimo incluye principalmente su esposa Liliana junto con Jerónimo (su hijo menor) quien pronto asumirá funciones como diputado nacional representando Fuerza Patria.Por otro lado Pablo Moyano —su hijo mayor— dejó recientemente su puesto dentro CGT después enfrentar desacuerdos públicos sobre estrategias sindicales relacionadas contra Javier Milei lo cual generó fricciones irreparables entre padre e hijo.
En medio esta situación compleja surgen movimientos inesperados entre bases sindicales quienes parecen alinearse más detrás Pablo o Marcelo “Feúcho” Aparicio (secretario gremial), mostrando signos claros descontento hacia liderazgo actual encabezado por Hugo.
Con todo esto presente queda claro: tanto trabajadores como dirigentes están comenzando cuestionar si realmente hay futuro viable bajo dirección actual o si es momento propicio cambio generacional necesario revitalizar organización ante desafíos contemporáneos emergentes .
