Tragedia en José C. Paz: Despiden a Eliana Ramírez y renzo Benítez
Un adiós lleno de dolor y recuerdos
En el Parque del Buen Retiro, un grupo de familiares y amigos se reunió para rendir homenaje a Eliana Ramírez (31) y Renzo Benítez (37), quienes perdieron la vida en un trágico accidente automovilístico. La conmoción era palpable mientras las manos secaban lágrimas, llenando el silencio con música y palabras de esperanza. Este encuentro tuvo lugar cinco días después del fatal choque en la ruta 197, donde su Renault 12 fue impactado por una camioneta Volkswagen Amarok conducida por Michael Carballo (23). Afortunadamente,sus tres hijos sobrevivieron al accidente; sin embargo,la hija mayor,de 13 años,permanece hospitalizada.
La ceremonia fúnebre comenzó en la Cochería Oviedo de José C. paz antes de trasladarse al cementerio ubicado en Cuartel V, partido de Moreno. Bajo un cielo despejado, los asistentes recordaron con cariño a la pareja que había dedicado su vida al servicio cristiano.
Recuerdos compartidos entre lágrimas
Durante el cortejo hacia el cementerio, Miguel Benítez expresó su devastación: «Mi nombre debería estar ahí; no el tuyo». Las palabras resonaron entre los presentes mientras Jonatan Ramírez, hermano de Eliana, compartía anécdotas sobre ellos: «Estaban sirviendo a Dios juntos.Predicaron hasta donde pudieron». Su dolor era evidente cuando recordó cómo Renzo lo abrazó una noche reciente y le elogió sus habilidades como parrillero.
Eliana y Renzo habían estado juntos durante 15 años desde su juventud; se casaron y formaron una familia con tres hijos a quienes inculcaron valores religiosos fundamentales. Ambos eran miembros activos dentro de su comunidad eclesiástica.
Eliana también fue reconocida como emprendedora; gestionó varios negocios exitosos durante su vida. Jonatan reveló que ella había sido «su mentora» en muchos aspectos empresariales: «Teníamos una conexión muy fluida», comentó sobre cómo ella lo guiaba tras abrir su propio negocio recientemente.
Un legado familiar inquebrantable
Renzo fue descrito por sus allegados como un luchador incansable que siempre buscaba oportunidades para ayudar a los demás. Era parte de una familia numerosa con un vínculo especial con su padre Miguel; cuando este sufrió un accidente laboral que afectó gravemente sus finanzas personales, fue Renzo quien le ofreció trabajo para salir adelante.
Hugo, vecino cercano a la familia Benitez-Ramirez relató cómo Renzo había conseguido empleo haciendo cartelería antes del trágico evento: “Le dijo al papá que trabajara con él”, recordando así momentos felices previos al accidente fatal ocurrido aquella noche fatídica cuando regresaban tras compartir una cena familiar.
La última vez que Jonatan vio a Eliana y Renzo fue alrededor de las 23:30 horas esa noche fatídica antes del llamado angustiante recibido poco después de las dos am informándole sobre el terrible choque.
A pesar del profundo dolor presente durante el sepelio —marcado por música religiosa— los vecinos destacaron lo buena gente que eran tanto Eliana como Renzo; esto quedó evidenciado por la gran cantidad de personas presentes para despedirlos ese día tan difícil.
Cristian Benitez también enfrentaba esta dura realidad junto a sus hermanos mientras cuidaban emocionalmente a sus padres enfermos —la madre sufrió recientemente un ACV— ante esta tragedia inesperada.
Con lágrimas en los ojos pero aferrándose firmemente a Dios frente al público presente Miguel concluyó emotivamente diciendo: “El vacío que deja mi hijo hoy no lo va llenar nadie”.
Mientras tanto, Ruth —hermana menor de Eliana— asumirá legalmente la tutela temporal sobre los tres niños afectados por este trágico evento hasta nuevo aviso aunque ambas familias están comprometidas plenamente hacia ellos brindándoles apoyo constante durante este difícil proceso.Este desgarrador incidente resalta no solo las fragilidades inherentes del ser humano sino también cómo comunidades enteras pueden reunirse ante adversidades inimaginables buscando consuelo mutuo frente al sufrimiento compartido.
