Un Viaje Musical a la Intimidad: La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el teatro Colón
Un Concierto de Reflexión y profundidad
Bajo la dirección de Zoe Zeniodi, el concierto número 11 del abono de la Orquesta filarmónica de Buenos Aires, titulado «Eternidades Íntimas», se llevó a cabo en el emblemático Teatro Colón.Este evento se destacó por su enfoque en la introspección y una rica densidad expresiva, alejándose deliberadamente del espectáculo convencional.
Zeniodi, quien asumió como directora titular este año, describió la experiencia musical como un «temperamento de meditación serena; a veces densa y melancólica, pero siempre con una mirada hacia lo eterno». Invitó al público a sumergirse en esta atmósfera sutil y poética que caracterizaba las obras presentadas. Además, con gran acierto, solicitó que no se interrumpiera el flujo musical con aplausos entre los movimientos de la Sinfonía “Inconclusa” de Schubert ni entre las «Cuatro últimas canciones» de Strauss.
Estrenos Locales que Enriquecen el Programa
El repertorio incluyó dos estrenos locales significativos: el Adagio del compositor checo Leoš Janáček y Hymn (2001) del ucraniano Valentin Silvestrov. Esta última pieza ha sido descrita como una obra excepcionalmente bella. Según Santiago Giordano en las notas del programa, Silvestrov comentó que “la obra está envuelta por el silencio”, aunque su apariencia pueda sugerir una composición tradicional para cuerdas.
Ambas piezas funcionaron como delicadas oberturas al corazón del programa.El Adagio, escrito durante los años formativos de Janáček, sorprende por su lirismo directo y su melódica sobriedad. Por otro lado, Hymn para cuerdas solas evocó un estado meditativo casi suspendido en el tiempo; características distintivas del estilo tardío de Silvestrov.
Este enfoque íntimo no solo resalta la maestría técnica e interpretativa tanto de los compositores como de los músicos involucrados sino también ofrece al público una oportunidad única para conectar emocionalmente con cada nota presentada.
este concierto fue más que un simple evento musical; fue un viaje hacia lo profundo del alma humana a través del arte sonoro. La Orquesta Filarmónica continúa demostrando su compromiso con obras significativas que invitan a reflexionar sobre nuestra existencia y nuestro lugar dentro del vasto universo musical.