Un Año Sin Ema: La Lucha por la Prevención de la Violencia Digital
En pocos días se conmemorará el primer aniversario del suicidio de Ema Bondaruk, una joven cuya vida se apagó tras la difusión no consensuada de un video íntimo por parte de su pareja. este trágico evento ocurrió un sábado, justo después de que su novio compartiera las imágenes en redes sociales. La presión y el acoso resultantes fueron abrumadores para Ema, quien decidió poner fin a su vida en su hogar en Longchamps mientras su madre, Laura Sánchez, había salido a comprarle unas galletas.
la Iniciativa Legislativa
Un año después del devastador acontecimiento, Laura Sánchez se encuentra en una sala del Congreso argentino junto a legisladores y especialistas en violencia digital. Su objetivo es promover una ley que aborde esta problemática en las escuelas a nivel nacional y que lleve el nombre de su hija para honrar su memoria y prevenir futuras tragedias similares.
«Soy la madre de Ema Bondaruk. el 23 de agosto del año pasado se difundió un video íntimo sin consentimiento alguno durante horas escolares entre compañeros. Veinticuatro horas más tarde, mi hija decidió quitarse la vida», comenzó Laura con voz temblorosa pero decidida.
«En ese momento, sus amigos —muchos presentes aquí hoy— y nuestra familia experimentamos un dolor inimaginable. nuestras vidas cambiaron para siempre; un solo clic destruyó todo lo que teníamos y truncó los sueños que mi hija albergaba», continuó.
Laura reflexionó sobre cómo este trágico episodio le abrió los ojos ante la realidad de la violencia digital: «Nunca había escuchado hablar sobre esto antes. Tras muchas noches sin dormir empecé a investigar sobre lo ocurrido; descubrí que no era algo exclusivo de Ema».
Un Llamado Urgente
La historia personal detrás del sufrimiento causado por el acoso digital resuena profundamente dentro del contexto social actual: «Lo sucedido nos obliga como sociedad a enfrentar esta problemática real; lo virtual tiene consecuencias tangibles para todos nosotros». Según estudios recientes, los adolescentes son particularmente vulnerables al acoso online; es crucial implementar políticas públicas efectivas que protejan sus derechos digitales.
Laura enfatizó: «Hoy puedo articular mis pensamientos porque he aprendido sobre este tema desde entonces; hace un año no sabía nada al respecto». Su deseo es claro: «No podemos permitir que esto vuelva a suceder».
Recordando otro encuentro significativo con olimpia Coral Melo —una activista mexicana cuyo caso inspiró cambios legislativos— Laura expresó cómo juntas comenzaron a soñar con soluciones concretas frente al dolor compartido: «Este proyecto legal representa un avance esencial hacia una educación preventiva».
Propuestas Legislativas Innovadoras
El proyecto presentado incluye crear el “Programa Nacional de Prevención contra la Violencia Sexual Digital en Entornos Educativos”,diseñado para equipar las escuelas con herramientas necesarias para garantizar una educación libre de violencias digitales. Esta iniciativa busca abordar problemáticas como el ciberacoso o la difusión no consensuada de contenido íntimo.
La diputada Mónica Macha subrayó durante la presentación: “Las violencias digitales son formas graves e insidiosas principalmente dirigidas hacia mujeres”. En Argentina ya existe legislación como Ley Olimpia (promulgada como ley 27.736), destinada específicamente a proteger los derechos digitales frente al acoso online.
Además, está pendiente avanzar hacia otras propuestas legislativas como Ley Belén —en honor a Belén San Román— quien también fue víctima del abuso digital antes de tomar decisiones fatales debido al sufrimiento infligido por estas acciones maliciosas.
Conclusión
El legado dejado por Ema Bondaruk debe ser recordado no solo como una tragedia personal sino también como catalizador para cambios significativos dentro del marco legal argentino respecto a violencia digital. Como concluyó Olimpia Coral Melo durante el evento: “Ema quedará grabada en nuestra historia no solo como víctima sino también mediante leyes e instrumentos preventivos diseñados para evitar más casos similares”.
Es imperativo actuar ahora; cada paso dado puede salvar vidas futuras y asegurar entornos educativos seguros donde todos puedan aprender sin miedo ni hostigamiento.