La Inspiradora historia de Martina Basgall Sequeira: Una Joven que Persigue sus Sueños
Un Futuro Brillante en la Educación Superior
Martina Basgall Sequeira, una joven de 18 años originaria de villa del Parque, ha capturado la atención del mundo académico al ser seleccionada entre los diez mejores estudiantes a nivel global. Con una mochila verde que parece contener su esencia, llega puntual a su cita en Clarín, lista para compartir su historia. En su cuaderno espiralado se pueden ver las páginas aún en blanco; «Hoy tengo mucho por hacer»,comenta con determinación.
la vida de Martina dio un giro significativo cuando recibió la noticia de que había ganado una beca completa para estudiar en cualquier universidad estadounidense. Este logro es especialmente notable considerando las limitaciones económicas que enfrenta su familia, quienes apenas logran cubrir los gastos mensuales.
«¿Sabes cuánto cuesta estudiar en Stanford?», pregunta Martina con curiosidad. La cifra asciende a aproximadamente 400,000 dólares—cuatro veces más de lo que habría recibido si hubiera ganado el Premio Global Chegg.org el año pasado. A pesar de haber competido contra 11,000 estudiantes provenientes de 176 países y haber alcanzado el top 10—donde finalmente ganó una estudiante mexicana—Martina no se desanima y ahora tiene la vista fija en Stanford para cursar Ingeniería en Sistemas Ambientales.
Compromiso con el Medio Ambiente
El cambio climático es uno de los temas más preocupantes para ella; sin embargo, prefiere no entrar en debates políticos ni revelar sus preferencias electorales recientes. «Quiero dedicarme a encontrar soluciones para hacer del planeta un lugar seguro», afirma mientras juega con su cabello castaño y muestra una escarapela sobre su pecho izquierdo.
Durante sus estudios secundarios en el Colegio Carlos Pellegrini, donde se graduó con un promedio sobresaliente de 9.6, Martina fijó como objetivo obtener la «Beca Oportunidades» ofrecida por la embajada estadounidense. Esta beca cubre todos los costos asociados al proceso universitario para estudiantes destacados que enfrentan dificultades financieras.Desde pequeña mostró interés por aprender inglés y siempre supo que ese conocimiento le sería útil algún día. La pandemia llegó justo cuando comenzaba su primer año escolar y fue entonces cuando decidió ampliar sus horizontes sociales: «Quería conocer gente», recuerda mientras relata cómo se involucró activamente como voluntaria en diversas organizaciones como cruz Roja Saavedra y Jóvenes por el Clima.
Además, fundó un proyecto llamado «Democratizando Oportunidades», donde comparte información sobre becas y cursos gratuitos: “Si yo tuve acceso a oportunidades así, todos deberían tenerlas”.
Mirando hacia Adelante
Los padres de Martina son emprendedores dedicados al negocio de productos descartables; ella reconoce lo difícil que es salir adelante económicamente. Su hermana mayor acaba de graduarse como abogada y está buscando empleo.
Mientras camina por las oficinas del diario Clarín durante esta Semana de Mayo—con ojos curiosos observando cada rincón—Martina expresa firmemente que la educación debería ser considerada “la industria pesada” del país porque forma a las futuras generaciones argentinas. Dentro dos meses partirá hacia California llevando consigo un mate argentino y una bandera celeste y blanca asomándose desde su mochila verde.
“Espero regresar dentro cuatro años encontrando un país mejor”, dice reflexionando sobre la baja participación electoral reciente; aunque comprende esa apatía social también critica el negacionismo presente respecto al cambio climático: “En situaciones extremas como olas de calor solo aquellos con recursos podrán encender aire acondicionado”.
sin embargo, no es alguien propenso a quedarse inactiva ante estos desafíos sociales; utiliza Instagram no solo para motivar a otros jóvenes sino también para agradecer públicamente a quienes han apoyado su camino hasta aquí. En uno de sus últimos posts muestra orgullosa las carpetas universitarias recibidas desde instituciones prestigiosas como Stanford o Harvard junto con mensajes agradecidos hacia profesores e integrantes familiares.
Apasionada por temas diversos como pizza o literatura romántica (actualmente lee Orgullo y Prejuicio), martina sigue enfocada mientras espera ansiosa cada nueva reunión programada con alguna organización benéfica donde colabora activamente.
Con determinación e ideales claros sobre cómo contribuir positivamente al mundo alrededor suyo—a través tanto del estudio académico como acciones comunitarias—Martina Basgall Sequeira representa hoy día un ejemplo inspirador entre jóvenes dispuestos cambiar realidades adversas mediante esfuerzo personal constante.