Fenómenos meteorológicos Extremos en Buenos Aires: Un Análisis de la Situación Actual
Impacto de las Inundaciones Recientes
En los últimos meses,los desastres provocados por fenómenos meteorológicos extremos han captado la atención del público. Las imágenes del devastador temporal que azotó Bahía Blanca el 7 de marzo, resultando en 18 muertes y miles de evacuaciones, aún permanecen grabadas en la memoria colectiva. Más recientemente, intensas lluvias durante el fin de semana afectaron a 35 municipios en la provincia de Buenos Aires, dejando un saldo trágico con 7.000 evacuados, dos fallecidos y tres desaparecidos.
La coincidencia temporal entre estos eventos plantea interrogantes sobre su naturaleza. ¿Es mera casualidad que ocurran dos catástrofes tan cercanas? ¿Está el cambio climático desempeñando un papel crucial? Los expertos llevan años advirtiendo que “el cambio climático ya está modificando la ubicación, frecuencia e intensidad de las inundaciones”.
La Relación entre cambio Climático y Eventos Meteorológicos
A pesar del alarmante panorama, especialistas consultados por Clarín subrayan la importancia de analizar cada evento climático individualmente para determinar su relación con el cambio climático.
Recientemente se registró una masa de aire tropical inusual para esta época del año. Al no ser desplazada por una corriente fría como suele suceder en mayo, este exceso de humedad generó tormentas intensas en áreas donde había un frente estacionario; es decir, donde una masa caliente chocaba con otra fría sin moverse. Marcelo Madelón,meteorólogo del aeropuerto internacional de Córdoba y licenciado en medio ambiente explica: “Las tormentas se quedaron estancadas y se retroalimentaron”.
Mario Navarro del Observatorio Salsipuedes añade que los fenómenos observados son sistemas regenerativos asociados a bajas presiones debido a condiciones atmosféricas neutrales predominantes sobre Sudamérica.
Aumento Sostenido en Intensidad e Incidencia
Claudio J. Lutzky, director del Programa de Derecho del Cambio Climático en la Universidad de Buenos Aires (UBA), señala que tanto la intensidad como la frecuencia con que ocurren estos fenómenos están aumentando notablemente. En el último siglo y medio ha habido un incremento significativo en los gases efecto invernadero (GEI) como dióxido de carbono y metano; esto ha elevado las temperaturas globales más allá del grado Celsius.
Este aumento térmico afecta directamente al ciclo hidrológico así como al derretimiento glacial: “Estos factores combinados intensifican los eventos climáticos extremos”, advierte Lutzky.
Frecuencia Real o Percepción Errónea
Matías Bertolotti es uno of teh leading meteorologists at Todo Noticias (TN). En conversación con clarín menciona que aún no hay evidencia concluyente sobre si estos eventos climáticos son cada vez más frecuentes: “Estamos atravesando un ciclo seco donde muchas regiones experimentan menos precipitaciones”. Sin embargo destaca lo excepcional ocurrido recientemente en Bahía Blanca comparándolo con otros episodios similares registrados anteriormente.
Bertolotti también enfatiza cómo factores relacionados al manejo urbano pueden agravar estas situaciones: «Las áreas pobladas alrededor del Gran Buenos Aires han crecido sin contar con infraestructura adecuada para manejar escorrentías».
Madelón coincide al señalar que las ciudades han crecido sin acompañar ese crecimiento con servicios esenciales para gestionar adecuadamente el agua pluvial.
navarro recuerda varios episodios significativos previos a este último evento catastrófico; menciona casos desde mayo hasta noviembre donde lluvias extremas fueron registradas históricamente debido a patrones atmosféricos similares.
Preparación ante Futuras Inundaciones
Frente a esta problemática creciente Lutzky hace hincapié sobre dos acciones necesarias: mitigar las emisiones contaminantes mediante políticas efectivas y desarrollar infraestructuras resilientes capaces enfrentar futuros desastres naturales más eficientemente.
«La civilización humana depende profundamente del equilibrio natural»,concluye Lutzky enfatizando así nuestra responsabilidad hacia el entorno natural si deseamos preservar nuestras estructuras sociales y culturales ante desafíos climáticos venideros.
Según proyecciones recientes emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional se anticipa que durante los próximos tres meses las precipitaciones serán normales para esta época mientras se espera temperaturas ligeramente superiores a lo habitual aunque hacia finales mayo podrían presentarse descensos térmicos significativos.