la estrategia Electoral de Santoro y Adorni: Un Enfoque en la Derrota del PRO
Una Alianza inesperada
la victoria pírrica, un triunfo que puede resultar perjudicial para el ganador debido a los costos asociados, contrasta con la estrategia adoptada por Leandro Santoro y Manuel Adorni. Ambos candidatos, uno representando al peronismo K y el otro a La Libertad Avanza (LLA), han coincidido en que su principal objetivo para las elecciones del 18 de mayo no es tanto ganar en la Ciudad de Buenos Aires, sino lograr que el PRO quede relegado al tercer lugar.Esta situación podría desencadenar un impacto significativo en el panorama electoral del macrismo.
En una reciente entrevista con La Nación, adorni dejó claro este enfoque: «Perder por un punto ante Santoro no sería tan malo», lo cual subraya que su prioridad es superar al PRO en su bastión histórico. Además, se atreven a prever un futuro enfrentamiento por la Jefatura de Gobierno porteña en 2027, donde se sienten optimistas sobre sus posibilidades frente al radical K.Una encuesta reciente reveló que Adorni podría vencer a Santoro con un contundente 71,7% frente a 28,3%, lo cual refleja una tendencia favorable hacia los libertarios.
El Impacto de una Derrota para el PRO
Lo más relevante actualmente es cómo ambos candidatos ven como beneficioso provocar una derrota significativa para el PRO. En conversaciones privadas, Santoro ha expresado su convicción de que si el macrismo termina tercero en unas elecciones anticipadas —donde ha sido invicto desde 2007— las repercusiones políticas serían devastadoras.
¿Unidos o Divididos?
En este contexto surge la discusión sobre si los libertarios y macristas deberían unir fuerzas para las legislativas de 2025. Las elecciones locales anticipadas están programadas junto con las nacionales para el 26 de octubre. El comicio del 18-M servirá como prueba crucial para evaluar la posición actual tanto del PRO como de LLA.
Ambos bandos se acusan mutuamente por haber obstaculizado cualquier posibilidad de alianza electoral. Los libertarios critican a los Macri por adelantar las elecciones supuestamente «para proteger sus intereses». Por otro lado,desde el campamento amarillo argumentan que Karina Milei nunca mostró interés real en llegar a un acuerdo.
Karina Milei también ha compartido detalles sobre su descontento: afirma haber solicitado simplemente relegar a Ramiro Marra dentro del ámbito legislativo porteño debido a disputas relacionadas con La Libertad Avanza; sin embargo, sostiene que esta solicitud fue ignorada.
A pesar de estas tensiones internas entre ambos grupos políticos, llegan al enfrentamiento inicial desde posiciones relativamente débiles. Las encuestas publicadas tras cierre oficial de listas indican consistentemente una ventaja considerable para Santoro; algunos analistas sugieren que podría obtener entre 25 y 30 puntos más que sus competidores.
desde el Gobierno reconocen actualmente la preeminencia política del diputado K pero confían en que eventualmente la contienda se polarizará favoreciendo a Adorni. Recientemente han surgido sondeos donde él aparece liderando algunas preferencias electorales.
El clima dentro del PRO refleja inquietud ante estos resultados adversos; además suman preocupaciones tras la decisión estratégica tomada por Mauricio Macri al asumir liderazgo local durante esta campaña electoral y tras ver regresar figuras prominentes como Gabriela Michetti —quien fue clave durante años— criticando abiertamente al candidato Horacio Rodríguez Larreta quien compite fuera del partido tradicionalmente asociado con él.
Con solo tres semanas restantes antes de las elecciones programadas, el PRO intenta evocar nostalgia hacia su marca mientras moviliza estructuras bien establecidas preparadas para este tipo desafíos electorales. Aunque admiten cierto desconocimiento respecto a Silvia Lospennato —su candidata principal— también observan señales positivas respecto al aumento gradual en reconocimiento público hacia ella; sin embargo persiste incertidumbre acerca hasta dónde podrá llegar esta tendencia positiva y si será suficiente para contrarrestar los deseos compartidos entre kirchneristas y libertarios.