La Singular Colaboración entre Gustavo Cordera y Andrés Calamaro: Un Capítulo Inusual en el Rock Argentino
Un Encuentro Musical Inesperado
Hace dos décadas, se produjo uno de los episodios más intrigantes en la historia del rock argentino: Gustavo Cordera, vocalista de Bersuit Vergarabat, decidió dejar su banda en pleno apogeo para permitir que Andrés Calamaro, quien había estado alejado de la música, regresara a los escenarios. Esta decisión no fue un hecho aislado ni se limitó a un único concierto; resultó en la creación del álbum «El Regreso», que marcó el inicio del ocaso de Bersuit tal como se conocía.
La colaboración entre Calamaro y la banda sin Cordera dio lugar al disco «El Regreso», grabado en vivo en 2005. Este álbum simbolizó no solo el retorno musical de Calamaro sino también su revitalización emocional. En él, se pueden escuchar temas emblemáticos que han dejado huella en la cultura musical argentina.
El Contexto del Éxito
Para entender mejor este fenómeno, es importante recordar que durante 2005 Bersuit estaba disfrutando de un éxito sin precedentes. Habían agotado entradas en el Luna Park y habían sido galardonados con el gardel de Oro por su trabajo discográfico «Testosterona», producido por Gustavo Santaolalla. en ese momento, eran considerados una de las bandas más influyentes junto a La Renga y Los Piojos.
«Un grupo en estado de gracia», así lo describieron varios medios. Sin embargo, lo que ocurrió después fue aún más sorprendente: Cordera decidió ceder su lugar para facilitar el regreso triunfal de Calamaro al mundo musical.
Juan Subirá, cofundador de Bersuit Vergarabat, recuerda este gesto como un acto desinteresado: “Fue una muestra genuina de compañerismo”, afirma Subirá sobre la decisión tomada por Cordera.
El Proceso Creativo Detrás De «El Regreso»
En abril del mismo año 2005, Andrés Calamaro realizó una serie histórica de conciertos tras seis años sin presentarse ante su público. Las actuaciones fueron registradas para dar vida a «El Regreso». Durante estos shows realizados junto a los miembros restantes de Bersuit Vergarabat —quienes actuaron como músicos sesionistas— se capturaron 21 canciones representativas del recorrido artístico del cantante.
Calamaro había comenzado tímidamente su retorno al escenario durante eventos como Cosquín rock ese mismo año; muchos fans viajaron desde Buenos Aires solo para verlo actuar nuevamente después tanto tiempo fuera del circuito musical.
Subirá recuerda cómo esta colaboración fue posible gracias al apoyo incondicional dentro del grupo: “Si no hubiera sido por Gustavo (Cordera), esto nunca habría sucedido”, señala Subirá sobre cómo todos estaban dispuestos a ayudar a Calamaro durante sus momentos difíciles.
Reflexiones Sobre Ego y Amistad
Gustavo Cordera ha compartido reflexiones sobre esta experiencia única donde enfrentó sus propios demonios personales para apoyar a un amigo necesitado. En entrevistas pasadas mencionaba cómo tuvo que lidiar con sus celos mientras ayudaba activamente a Calamaro durante este proceso creativo e incluso logístico.
Bebe Contepomi jugó un papel crucial al unir las trayectorias musicales; él fue quien sugirió esta colaboración cuando notó que Andrés estaba atravesando momentos complicados tanto personal como profesionalmente tras haber pasado años alejado del escenario y sumido en problemas emocionales serios mientras vivía fuera del país.
“Cuando llegó con nosotros era casi irreconocible”, recuerda Cordera sobre cómo encontraron una forma creativa para ayudarlo mientras trabajaban juntos hacia algo significativo e inspirador tanto para ellos mismos como para sus seguidores.
un Legado Musical Duradero
“El Regreso” no solo representa una etapa significativa dentro las carreras individuales involucradas sino también es testimonio palpable acerca poderosas conexiones humanas forjadas bajo circunstancias extraordinarias dentro mundo complejo e impredecible música argentina contemporánea.
A medida que celebramos dos décadas desde aquel hito histórico podemos apreciar cuán valiosa resulta cada interacción artística entre colegas quienes deciden poner sus egos aside for the sake of friendship and creativity—a lesson that resonates beyond music itself into our everyday lives as well.