Marcha en Roma: Descendientes de Italianos Luchan por sus Derechos Ciudadanos
Un Decreto Controversial que Afecta a Miles
La reciente promulgación de un decreto ley en Italia ha generado una ola de protestas entre los descendientes de italianos, quienes consideran que esta normativa limita «de manera injusta y discriminatoria» su acceso a la ciudadanía italiana. Este nuevo marco legal no solo afecta a la población en términos demográficos, sino que también tiene implicaciones económicas significativas para el país.Los descendientes que optan por regresar a Italia son vistos como un recurso valioso, y muchos se encuentran ahora atrapados legal y emocionalmente debido a las restricciones impuestas.
A más de 24 horas desde la presentación de las últimas enmiendas antes del debate parlamentario italiano, aquellos afectados por este decreto han organizado una masiva marcha en Roma con el objetivo de revertir los requisitos endurecidos para obtener el passaporto rosso. La manifestación está programada para el sábado 3 de mayo a las 10:00 AM en Piazza del Campidoglio y representa la segunda movilización desde que el gobierno liderado por Giorgia Meloni introdujo esta normativa restrictiva.
Impacto Directo sobre los Descendientes
Desde su implementación, solo pueden solicitar la ciudadanía italiana aquellos individuos que sean hijos o nietos directos de ciudadanos italianos. Esto deja fuera a quienes descienden de bisabuelos o generaciones anteriores, lo cual ha causado frustración entre muchos solicitantes. Neisy Vadori, representante del Comité Italo-Descendientes contra el Decreto-Ley n.36/2025 (CIDL), comparte su experiencia: «Mi hermana ya no puede obtener la ciudadanía bajo estas nuevas normativas; es paradójico porque somos descendientes del mismo antepasado italiano«.
La importancia histórica y cultural compartida entre argentinos e italianos resuena profundamente entre quienes se ven afectados por este cambio legislativo. Vadori continúa expresando su preocupación: «Aunque tengo mi ciudadanía, me siento atacada personalmente; esto es un ataque directo a nuestra identidad».
Enmiendas Propuestas y Debate parlamentario
El miércoles pasado marcó el final de tres días consecutivos dedicados al debate sobre posibles modificaciones al decreto ley en el Senado italiano. Las votaciones finales están programadas para dentro de una semana con miras al tratamiento definitivo previsto para el 8 de mayo. Aunque aún no se han hecho públicas las propuestas específicas, ricardo Merlo, presidente del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE), anticipó algunas sugerencias durante una conversación con Clarín.
Merlo aboga por eliminar requisitos como «nacido en Italia» y propone permitir que cualquier ciudadano italiano nacido fuera pueda transmitir su nacionalidad sin restricciones adicionales relacionadas con períodos mínimos residenciales previos al nacimiento del descendiente.
El canciller Antonio Tajani defendió estas medidas argumentando que buscan prevenir abusos relacionados con la obtención comercializada del pasaporte italiano: “Ser ciudadano italiano es un asunto serio”, afirmó.
Una Identidad Cultural Amenazada
Antes del establecimiento del nuevo decreto, cualquier persona con vínculos sanguíneos italianos podía reclamar su derecho a ser reconocido como ciudadano italiano si sus ancestros habían emigrado después marzo 1861. Sin embargo, ahora se exige una conexión más directa e inmediata con Italia lo cual ha dejado muchas solicitudes sin respuesta viable.
Este cambio ha suscitado intensas discusiones sobre cómo se define la identidad cultural entre los descendientes italianos radicados fuera del país; muchos argentinos sienten que esta reforma niega sus raíces culturales e interfiere gravemente con sus esfuerzos por mantener vivas las conexiones familiares e históricas.
La marcha programada busca visibilizar estos problemas urgentes mientras aboga por una política inclusiva respecto a la ciudadanía italiana—una política capaz de reconocer tanto la diversidad como las historias compartidas dentro della diáspora italiana.
Nazarena, parte activa organizadora detrás dela movilización concluye diciendo: “No tenemos banderas políticas aquí; todos somos diferentes pero estamos unidos bajo esta causa común”. Su testimonio refleja cómo cada historia personal está intrínsecamente ligada al deseo colectivo por justicia ciudadana frente a un sistema cambiante e incierto.